Las telecos no aguantan más presión fiscal: es la actividad con mayores cargas impositivas y ahora se anuncian otras tres, una de ellas para financiar a RTVE
El sector español de las telecomunicaciones español ‘disfruta’ de una carga impositiva que no se puede comparar a la de ninguna otra actividad económica en nuestro país, ni a la de la misma industria en naciones de nuestro entorno. Así se escucha en el sector. Y las cosas van a empeorar aún más.
Fuentes de las telecos consultadas por El Confidencial Digital explican que nuestras telefónicas abonan, naturalmente, los impuestos empresariales, pero además pagan: el IAE a los Ayuntamientos por permitirles poner antenas de telefonía móvil; pagan por usar el espectro radioeléctrico; pagan para financiar a la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones), precisamente el regulador que los fríe a multas, sobre todo a algunos; pagan sus tasas de operadores, de numeración, de dominio público, sus impuestos medioambientales…
Las telecos cubren esa auténtica sangría fiscal sin protestar, gracias a la solidez financiera del sector, que –añaden las fuentes consultadas- no pide dinero público, sino sólo regulación predecible y respeto a la inversión.
Quizá porque no protestan, el Gobierno ha decidido ampliar la lista de motivos para seguir sacándoles dinero. En los últimos días se ha planteado la posibilidad de que se sumen tres nuevas partidas: otra tasa de los Ayuntamientos por el uso del espectro (el 1,5 % de los ingresos), y un absurdo canon para los creadores de contenidos (propuesto por el insaciable Teddy Bautista y la SGAE la semana pasada).
La tercera ‘sorpresa’ es la intención del Gobierno de obligarles a destinar un 0,9% de sus ingresos a financiar el 24 por ciento de la nueva RTVE sin publicidad a partir de septiembre. Se trata de algo más que una simple conjetura, porque la medida ira al Consejo de Ministros del viernes, según contó el lunes la vicepresidenta De la Vega a los directivos del Ente público.
Las fuentes consultadas por ECD plantean preguntas. ¿Es, de veras, buena idea sangrar a un sector que funciona, para resolver problemas que no tienen solución? ¿Estamos preparados, con la que está cayendo, para que las grandes telecos, y por supuesto Telefónica, den a sus accionistas peores resultados? ¿Compensa?
