La entidad holandesa acaba de eliminar su “Depósito Naranja”

La gran banca da por derrotado a ING en España

Se declara ganadora de la ‘guerra de los cajeros’ y considera que ha tirado la toalla en la política de alta remuneración de los depósitos

Sucursal bancaria de ING.
Sucursal bancaria de ING.

La estrategia de ING siempre ha traído de cabeza a las principales entidades españolas. Al carecer de costes de estructura, la entidad holandesa venía ofreciendo una mejor remuneración del pasivo, menores comisiones, etc. Pero las últimas decisiones de la entidad están llevando a la gran banca nacional a dar por ganada la batalla.

El movimiento más reciente que destacan es la eliminación del Depósito Naranja que podían contratar quienes abrieran una Cuenta Naranja, uno de los productos de ahorro estrella de la entidad. Este depósito, disponible en exclusiva para los nuevos clientes y que ofrecía una remuneración del 1% TAE a dos meses, ya no está disponible.

Tampoco pasan por alto que la rebaja en la rentabilidad del ahorro viene ya desde principios de este año. La entidad modificó entonces las condiciones de sus productos debido al contexto de bajos tipos de interés.

Desde el pasado enero, la remuneración de la Cuenta Naranja pasó a ser del 0,10% TAE, frente al 0,2% anterior. Previamente, a principios del pasado año, la entidad aplicó una bajada de la remuneración de este producto del 0,5% al 0,2% TAE.

La Cuenta Naranja, por su parte, también sufrió en enero variaciones y eliminó la bonificación de los recibos. “Con aquel movimiento, la Cuenta 1,2,3 del Santander quedó como la única de las grandes entidades que remunera por los recibos domiciliados”, destacan en el sector.

Todo comenzó con la “guerra de los cajeros”

Pero la batalla que da ahora por ganada la gran banca española contra ING comenzó hace dos años con la declaración de la “guerra de los cajeros”. Santander, BBVA y CaixaBank vieron una clara oportunidad de robarle clientes.

El asunto de la gratuidad de los cajeros está controlado en España por los grandes grupos financieros nacionales.

Por ello, ese nuevo escenario obligaba a ING a reinventarse si quería sobrevivir en España. Su futuro quedaba condicionado por las decisiones adoptadas por la mayor parte del sector financiero, que decidió entonces cobrar una comisión de dos euros a los no clientes por sacar dinero de sus cajeros.

Dejar a sus clientes sin poder sacar dinero gratis

El cambio de condiciones en los cajeros afectó en gran medida a la entidad holandesa, dado que no tiene una red propia en el país, y que venía ofreciendo a sus más de tres millones de depositantes utilizar sin comisiones los terminales de otras entidades.

Esta política había diferenciado hasta ese momento a ING de otros bancos. Le había supuesto una importante captación de clientes, que en concreto, podían sacar dinero gratis en toda la red 4B, desde cualquier importe.

 

Otro de los acuerdos entre los tres grandes bancos fue la política de no firmar pactos con terceros para permitirles usar sus dispensadores, lo que obligó a entidades como ING a pactar con el Popular. Tras ser adquirido por el Santander, ahora se ve forzado a buscar sustitutos.

Por el momento, no lo ha conseguido: Bankia y Sabadell, las únicas entidades con una red equiparable a la adquirida por la entidad que preside Ana Botín, han rechazado la propuesta para que sus clientes pudieran utilizar gratuitamente su red de cajeros.

Así las cosas, los clientes de ING pueden acceder a su dinero de forma gratuita en los cajeros del Popular, Banco Pastor, Targobank y Banca March sin ningún importe mínimo; en los de Bankia y Bankinter sin coste a partir de 90 euros, y en los cajeros de cualquier entidad fuera de la Comunidad de Madrid gratis a partir de 200 euros.

ING defiende su actividad comercial en España

Por su parte, fuentes de ING defienden que el negocio de banca minorista en España ha continuado su fuerte crecimiento. A cierre del primer semestre de 2017 se consiguieron superar los 3,6 millones de clientes.

Destacan que el crecimiento es más acusado en aquellos clientes que tienen a ING como su banco principal, los cuales ya suponen 1.9 millones a 30 de junio. En los últimos doce meses, los clientes con cuenta nómina han crecido en cerca de 200.000.

En términos de negocio, la entidad holandesa afirma que ha continuado centrando sus esfuerzos en el ámbito del crédito, tanto hipotecario como al consumo, y en productos de inversión, donde se encuadran los fondos de inversión, los planes de pensiones y el bróker.

En la entidad explican que, gracias al avance de ambas áreas, ING ha conseguido rebasar la barrera de los 56.000 millones de euros en fondos bajo gestión, con un incremento el 12,8% respecto al primer semestre de 2016. Todo esto compatibilizándolo con una de las tasas de mora más bajas del sector, que se sitúa en el 0,88%.

Respecto al negocio de banca mayorista resaltan el buen comportamiento que están teniendo las áreas de financiación estructurada, financial markets y real estate finance.

Precisamente, ésta última ha protagonizado una de las operaciones más destacadas del semestre en el mercado ibérico, como es la refinanciación por un importe de 371 millones de euros de Colombo, el mayor centro comercial de Europa, situado en Lisboa.

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