Leopoldo Abadía, profesor, escritor y divulgador social

“Con 55.000 millones de déficit, 1 billón de deuda, y más de 5 millones de parados, la crisis no ha terminado, aunque vayamos mejor”

Tiene 81 años, unos cuantos libros, y varios árboles genealógicos plantados por la Península. 12 hijos. 45 nietos. De momento. Se sabe las cuentas de España de memoria. Especialista en hablar en plata. Ve en Grecia un troyano para Podemos por idealizar las campañas sin saber lo que cuestan las cosas. Le “repatea” el independentismo catalán, pero no hace leña de Pujol… ni de Rato… “por no hablar mal de nadie”. Cree que Rajoy-De Guindos-Montoro lo están haciendo “técnicamente” bien, pero “con un estilo horroroso”. Le duele el hambre en la España gourmet, y cada uno de los 5.427.700 de parados. Y se le nota.

Leopoldo Abadía contempla la realidad española con realismo, pero con entusiasmo. Dice lo que cree con claridad, pero con afán constructivo.
Leopoldo Abadía contempla la realidad española con realismo, pero con entusiasmo. Dice lo que cree con claridad, pero con afán constructivo.

Este señor tiene 81 años, un bastón, una sonrisa, y mucha prisa. No tiene pinta de querer salvar el mundo él sólo, pero desde luego no quiere perderse ni un minuto. Viene corriendo de allí. Y se va corriendo para allá. Quedar en el Meliá Galgos es una metáfora oportuna… No habrá paz para los benditos.

En el primer asalto me quedo con mis preguntas a la mitad del camino. Así que me deja su teléfono fijo y remato la faena cuando está en casa, un sábado por la mañana, en el sofá de orejeras donde escucha lo que pasa en los bolsillos de la calle.

No hemos venido a hablar de sus libros. Ni él, ni yo. Las cosas salen con naturalidad. Yo entrevisto a una persona interesante, no a un vendedor de bestsellers sociológicos. Puenteamos a la editorial. Me gusta. En eso también se sale de la tabla.

Grecia. Podemos. España. Dineros. Huchas rotas. Familias. Gruñones. Pujol. Todo en uno. Sonrisa pícara. Un erudito en babuchas. Un ninja sin espada. Pim. Pam. Pum.

A un hombre que tiene mil entrevistas entre pecho y espalda, a ver cómo le hincamos el diente… Su hijo Gonzalo, el press negotiator, me da la venia…

Estamos los españoles un poco liados: ¿Tsipras cree en Walt Disney?

Estamos liados, pero el tema es muy simple. Ahora mismo andamos en el buen camino, lo cual no quiere decir que sea un itinerario simpático. En ese camino hay luz al final del túnel y no es un tren que viene de frente: se llama Europa.

En el 1962, que yo me acuerdo, España pidió la adhesión al Mercado Común. En el curso 1963-1964 estuve en Harvard, y había un profesor jovencito que nos dijo: “El proceso de construcción de Europa será muy largo”. Han pasado más de 50 años, y aquí estamos...

La unión monetaria en Europa existe y funciona. Yo ya pienso en euros, sobre todo cuando me tomo un café y me cobran 500 pesetas… La unión bancaria está avanzando: el Banco Central Europeo supervisa ya a 128 bancos europeos, y justo hoy he leído un titular que dice que está pensando en poner consejeros en los bancos, lo cual quiere decir que la unión bancaria progresa.

 

La unión presupuestaria es evidente, sobre todo cuando los españoles vemos que nuestros presupuestos se aprueban en Bruselas... Cuando decimos que en 2014 debíamos tener un déficit del 5,5 % sobre el PIB, es decir, de 55 mil millones, y estamos a punto de superarlo, le llaman la atención al pobre Guindos…

La unión política avanza. En España ni ha mandado Zapatero, ni manda Rajoy, ni mandará el próximo, sino que manda Angela Merkel. Y siempre termino esta frase con un: ¡gracias a Dios!

¿Cuál son nuestras cifras de andar por casa?

En España ahora hay tres cifras que hay que saberse de memoria: Primera: 55.000 millones de euros de déficit, que hay que dejar en 30.000 en los próximos dos años. Es decir, somos una familia que gasta 55.000 millones más de lo que ingresa… Segunda: 1 billón de euros de deuda. Tercera: 5.427.700 de personas sin empleo… ¿Las cosas van mejor? Sí, pero no nos olvidemos nunca de estas tres cifras.

¿Y qué pinta en este escenario Pablo Iglesias?

Empiezo hablando de Grecia, porque muchas cosas de las que pienso de Syriza son extrapolables a Podemos. Este chico, Tsipras, ha hecho una campaña electoral que hemos visto todos. ¿Qué está haciendo ahora? ¡Obedecer a los que mandan! Y punto... En este mundo se pueden hacer las promesas que se quieran, pero siempre hay que preguntarse: ¿Esto, cuánto cuesta?

Cuando Pablo Iglesias dijo aquello de que traería un sueldo para todos los españoles, yo pensé rápidamente, “bueno, nosotros somos 70 personas en la familia directa en total, pues 70 sueldos…”, pero los cobraríamos un mes… Al siguiente, ¡se acabó! Me parece que nos tenemos que dar cuenta de que los que mandan ni están en Grecia, ni en Francia, ni en España, ni en Alemania. Lo siento, es así.

Grecia. Merkel. Rajoy. Cumbres. Mini-cumbres. ¿Pinta algo la España de la supuesta recuperación donde se cocinan los mercados?

Pintar, pintar, no. Pintamos algo, porque somos de los que obedecemos mejor, y eso hace que la gente se fíe más de nosotros. La prueba la tenemos en que hace tres años la prima de riesgo estaba en 660 puntos, y ahora está en 100. Hemos obedecido. Pero vamos, la soberanía la perdimos hace muchos años: cuando decidimos que queríamos ser europeos…  

Explíqueme con un cuento la gestión económica del Gobierno de Rajoy.

Técnicamente, lo han hecho bien, aunque el estilo haya sido horroroso. A veces parece que la política es una demostración de a ver quién es más chulo… El tema de la corrupción nos ha desilusionado a muchos. En estas tres pautas está resumido mi cuento.

No se puede olvidar que en 2011, los 55.000 millones de déficit eran 91.000, y lo que ha hecho este Gobierno ha sido pegar un apretón y ajustar ingresos y gastos, con recortes y con impuestos. ¿Qué pasa con los recortes? Pues que a veces nuestros gobernantes no tienen el criterio adecuado al definir las prioridades. Si yo paso hambre, pero me compro un lamborghini, alguien me tendrá que decir que no sea idiota.

En el estado de las autonomías hay muchos cientos de millones de euros que se tiran a la basura.

Doble click. Sobre autonomías y gasto, ¿cuál es su versión de los hechos?

Me gustan las autonomías, porque si tengo un problema en mi pueblo me lo arregla mejor el alcalde que el ministro. Pero si el alcalde se hace un aeropuerto o una estación del AVE en la puerta de su casa, pues me voy a Madrid, que es más barato… En España hay que pegarle un repaso a fondo al despilfarro que hay en las comunidades autónomas.

Sí, la revisión del modelo de las autonomías es un tema de debate recurrente. La pregunta es: ¿cómo?

Hay una cosa que es facilísima de hacer, pero es muy difícil que la asuma un presidente del Gobierno: aplicar lo que en la empresa se conoce como el presupuesto en base cero. En vez de hacer presupuestos relativos al año anterior, empezar a cuadrar las cuentas desde cero. ¡Imagínese si cada autonomía se planteara qué es lo realmente necesario y en qué gasto! Pues yo creo que ahí habría un tajo tremendo de cientos de millones…

Hace falta alguien con mucho valor para acometer esta necesidad. ¿Valor político? ¡No! El valor o es valor, o es miedo. Si hay 17 autonomías, pues hay 17. Yo creo que no caben, pero vamos… La cuestión es que hay 17, y algo tenemos que hacer. En Francia ya han empezado a reorganizar las regiones.

¿Cuál ha sido, en su opinión, el “necesita mejorar” de la política económica de Rajoy?

El problema español ahora son los parados. Claramente. El ajuste del déficit se ha hecho, con todos los malos ratos que eso ha llevado consigo. Ahora el problema es el desempleo. A mí esto de que estamos creciendo, me gusta, pero la cuestión es que estamos creciendo sin crear el suficiente empleo... El año pasado parece que se ha creado bastante. Muy bien. Pero me parece que la obsesión de este señor debería ser el empleo, y debo suponer que ya lo es. 5.427.700 personas sin trabajo son muchísimas personas, y no puede ser una realidad admisible en este país.

Y ahora que parece que los bancos están saneados, hay que inventar procesos para que hagan de bancos. Es decir: que yo le presento un negocio normalito, y el banco me da un crédito normalito. Porque si las empresas funcionan, todo será mucho más rápido. Me encantaría que la banca se ilusionara con actuar bien.  

Y usted que habla mucho de dinero, ¿cree que a los de la cola del Caprabo nos importa sólo lo económico? ¿Cree que Rajoy ha sido un presidente completo?

Lo económico es muy importante. Hay que hacerlo bien y explicarlo bien. Me parece que es muy fácil que el próximo presidente del Gobierno, el que sea, el primer día se vaya a la tele y nos diga: “Mirad, os voy a contar cómo he encontrado la casa. Ingresamos esto. Gastamos esto otro. Tenemos estos parados”. Que dé en directo los cuatro números claves que los españoles nos tenemos que saber de memoria. Que no se meta en porcentajes, medianas, no, no, no… ¡Ya está! Y que diga: “Cada mes vendré aquí a contarles cómo va la situación”. Así sabremos, por lo menos, que ese empleado que tenemos a sueldo en la Moncloa para que lleve adelante el país se entera de lo que nos pasa... Pienso que explicar todo esto el primer día es lo más adecuado, porque es cuando uno está limpio.

Y después: un poco de seriedad con los comportamientos de la gente: ¿qué es eso de las cajas b, de Bárcenas…? Eso no, no, no, no, no, no… ¡Y si el Bárcenas sale a la calle, que no se vaya a esquiar, por favor! ¡Si quiere descansar, que descanse en su casa sentado en un sillón!

¿La crisis ha acabado?

No. Recuerdo: 55.000 millones de euros de déficit. 1 billón de deuda. Más de 5 millones de parados. ¿Que vamos mejor? Pues sí, pero esto no ha acabado. Ni mucho menos.

¿Cómo titularía una biografía de Luis de Guindos?

Lo que me sale ahora es decir: ¡Pobre hombre!.. Creo que es un tío técnicamente bueno, que ha hecho lo que puede, que obedece… La titularía quizás Un buen hombre. Un buen técnico. No lo conozco de nada, pero parece un señor competente y honrado. Con mala idea, titularía su biografía: De Lehman Brothers, a ministro. Con muy mala idea…

¿Y de Cristóbal Montoro?

Me lo presentaron un día, y hablamos un minuto. A Montoro le pasa una cosa: que es un graciosete de Jaén, majo. Y a veces habla y no tendría que haber hablado... Sinceramente, creo que lo están haciendo bien. Es verdad que a Montoro lo que le encarga Rajoy son los impuestos, una cosa que a ti y a mí nos molesta mucho… Pienso que es también un buen hombre y un ministro divertidillo… bueno, tampoco es que sea la bomba…

¿En qué película ve a Rato como protagonista?

[Risas] Venga… Hazme otra pregunta… Esa no te la contesto…

¿Cuándo escribirá usted Sobrevivir a decenas de elecciones sin perder la esperanza en la política honesta, para dummies?

Pues no había pensando nunca en escribirlo… Pero quizás dejo pasar este año para ver si hemos sobrevivido…

Los políticos que tienen familia y no son buenos padres de familia, ¿le dan alguna confianza como gobernantes?

¡Ninguna! Ni los políticos, ni los empleados, ni los funcionarios… Pienso que la persona, sea lo que sea, que no es leal a su mujer, ¿por qué tiene que ser leal a su empresa? No lo entiendo. Cuando veo un político o una política desleal con su familia, pienso: “de este tío no te puedes fiar”. Y si lo tuviese de empleado en mi empresa, tampoco…

Señor Ninja, ¿la derecha española va a paso de tortuga en derechos sociales, o eso es todo marketing de la izquierda?

La derecha y la izquierda ya no existen. Eso es hablar del siglo pasado. A mí algunos amigos  me dicen que soy de derechas, pero que tengo cabeza de izquierdas. Yo de lo que no sería partidario nunca es de la lucha de clases, porque eso es meter odio donde no hace falta, y a mí todo lo que sea sembrar odio me parece repugnante.

Lo de derechas e izquierdas… Mira, ahora llega este señor y dice: “¡Sueldo para todos!” Y cuando le preguntas, ¿de dónde lo sacas? Y te responde… “No lo saco”. ¿Qué pasa, antes era de izquierda y ahora es de derechas? No, lo que pasa es que ahora aplica el sentido común…

Vamos, que si le cuento mi vida me diría que soy algo de derechas, algo de izquierdas, y un poco de centro…

¿Ve usted escenario para un Podemos –por entendernos- de derecha?

¿Un Ciudadanos? Sí… Admito cualquier cosa, porque a mí me han desilusionado mucho todos. Entiendo por un Podemos de derecha un partido que entienda que no se puede estirar el brazo más de que la manga, cosa que ya ha aprendido Tsipras, y Pablo Iglesias lo aprendería al día siguiente… Un partido que dijera que de donde no hay, no se puede sacar. Por supuesto. Un partido que supiera respetar a la gente, que estuviera cerca de los problemas reales… Por ejemplo: no es de recibo que en un país como España haya personas que padecen hambre. ¡No lo puedo tolerar! Ver en un periódico que se amplía el barrio de no sé qué, y en la misma página, leer que hay gente hambrienta en la ciudad. ¡No! Ya sé que con la ampliación de un barrio habrá nuevos contratos y eso repercutirá en el bien de muchas familias, pero cuando hay hambre, hay que dar de comer hoy.

Admito que salga adelante cualquier proyecto político así. Además, me gustaría que hubiera algún partido que pensase como pienso yo en temas como el aborto, por ejemplo. Y veo que hay muy poca gente del ámbito político que piense como yo en ese ámbito, y entonces estoy más desilusionado todavía…


Cuatro pinceladas para describir Podemos e personas mayores de 55 años…

A ver, a ver… Podemos es un producto de la Universidad Complutense, cuyos miembros han empezado diciendo cosas que suenan bien: que hay corrupción, por ejemplo. Son unos chicos –no lo digo en tono despreciativo, llamo chico también a Rajoy- a los que por ahora les he visto con un discurso más destructivo que constructivo, quizás porque no han tenido tiempo. Veo que dicen que hay muchos que son malos, pero no les veo aún con un programa serio.

¿Le han tentado alguna vez con entrar en política?

¡Nunca! A los 81 años tampoco está uno para mucho más… En cualquier caso, siempre hubiera dicho que no.

Explique a un alma cándida el tsunami de la corrupción…

Es muy fácil: las castas no existen. Quiero decir: hay mucho político honrado, y mucho político sinvergüenza. Igual que en el mundo financiero. Cuando estos chicos hablan de la casta, hay que decirles que las castas están formadas por personas y en ellas cada una es responsable…

La corrupción es que se han juntado los sinvergüenzas y se han animado unos a otros. A los sinvergüenzas, cuando les pasa mucho dinero por delante, enseguida meten la mano. El tsunami de la corrupción es la globalización de la indecencia: millones de actos indecentes hechos por sinvergüenzas, de la misma manera que con millones de actos decentes se constituyen las personas honradas…

Y de la indecencia a la indiferencia hay un pasito. La indiferencia es cuando se globaliza la indecencia: yo me forro, tú pasas hambre, y al cabo de tres horas me importas tres pitos. El capitalismo salvaje no existe, existen salvajes que hacen de capitalistas, pero la cosa es que hay muchos, y no hay derecho a que en el mundo haya diferencias tan brutales. Lo del hambre es algo que me molesta tremendamente, por eso cuando oigo a Europa decir que van a destruir excedentes… ¡Excedentes serán para usted, porque a este pobre de ahí abajo…! ¡Oiga!

Rompe usted la media de la natalidad ¿Qué se ha explicado mal a los españoles para que tener un hijo sea una decisión tan calculada?

Eso es dificilísimo de responder… Fíjate: Yo con mi mujer todavía no he hablado del número de hijos que queremos tener…  Un hijo no es una inversión, es un gasto. ¡Me lo vas a explicar a mí! ¿Qué pasa? Pues que es un gasto con otras rentabilidades. Por ejemplo, ahora mi mujer ha estado ingresada tres meses y los 70 de mi familia han pasado por allí para acompañarle. Sólo con esto, para mí el gasto en familia ya está amortizado…

Veo que hay miedo al futuro, que a veces es un poco tonto, egoísmo… Claro, cuando yo era un chaval éramos austeros: no gastábamos en móvil, ni en gasolina… Ahora queremos tener móvil, y televisión, y… me parece fenomenal,  pero no me convence ese razonamiento de que entre la hipoteca, los gastos de la casa y los de la vida misma, no puede uno permitirse el lujo de tener hijos. Hemos cambiado las prioridades, por las razones que sean. Y una decisión de ese tipo, a nivel de España, y a nivel de Europa, tiene una consecuencia muy grave: que no hay suficientes jóvenes, y que los viejos, además, no se mueren ni a tiros… Con un método de reparto como el que tenemos aquí para las pensiones, es una elección arriesgada.

Por otra parte, tengo que decir que nunca me han gustado iniciativas como el cheque bebé, con el que los políticos te dicen: “¡Venga, tenga hijos, que le propinaré un dinerillo extra!” ¡No, hombre! ¡Los hijos son fruto de que tú quieres a tu mujer, y tu mujer te quiere a ti! Yo, si me entero de que mis padres me han traído al mundo por el cheque bebé de Zapatero, ¡los mato!

¿Y la crisis de la familia nos interesa menos que la financiera?

La crisis de la familia es un tema que estamos descubriendo ahora. La crisis económica ha reagrupado a las familias, aunque sea por necesidades básicas, porque en casa siempre hay quien te recibe con cariño. Esto ayuda a bofetadas a redescubrir a la familia.

Parejas que duran dos telediarios. ¿Qué? ¿Otros tiempos, otros problemas, otra paciencia…?

¡Pues que no se han enterado! Si son pareja porque a partir de hoy vivimos juntos, durarán lo que quieran durar. Cuando una persona se casa, se casa para siempre, y eso hay que saberlo. Hay que distinguir entre los que se casan, y los que se juntan. Aunque también es verdad que entre los que se juntan tenemos algunas personas que son un matrimonio ejemplar. Pero me parece que el vínculo del matrimonio ayuda más.

Si todos sabemos que la familia perfecta no existe, ¿por qué pensamos que es tan difícil?

La perfección no existe en ningún sitio, pero sí existe el empeño por hacer las cosas mejor. Cuando yo trabajaba en serio [se ríe], se puso de moda hablar de la calidad total: una cosa que no existe. Pero hacer cada día las cosas mejor funciona, y eso, trasladado a la familia, funciona también.

¿Un consejo para que los suegros lo pongan más fácil?

Cuando un matrimonio vuelve del viaje de novios y se instala en la realidad, lo primero que tiene que hacer es dejar claro y con firmeza ante los padres respectivos que a partir de ahora, caballeros, los recién casados somos muy jovencitos, pero somos cabezas de nuestra familia. Añado de broma: Y señora, devuelva usted la llave de casa, que se la ha quedado con la excusa de llenarnos la nevera para cuando llegáramos de la luna de miel…  Ah, y cuando entre en casa, ¡toque el timbre!

Otra cosa: cuando uno de los suegros-suegras dice a los dos meses de la boda: “¿Y el niño cuándo viene?”. A esos señores hay que dejarles muy claro, aunque se ofendan, que en mi cama dormimos dos, no cuatro o cinco. Que el niño vendrá cuando venga, y que tendremos el número de niños que tengamos. ¡Y usted, señora, se calla!... Hijo mío, si hace falta uno se pone colorao. Y más: que les quede claro que las cortinas las compro yo. Que no chantajeen diciendo que he visto unas cortinas muy bonitas en El Corte Inglés. ¡No! Las cortinas me las compro yo como a mí me gustan, aunque sean moradas con topitos amarillos…

¿Ha llegado la hora de la emancipación de los abuelos, o están ustedes condenados a ser canguros gratis?

Mi mujer y yo estamos emancipados, y lo hemos conseguido de una manera muy sencilla. Cuando llegó el primer nieto, ella reunió a toda la familia y les dijo: “Ha llegado el primero. Os adelantamos que papá y yo no nos encargaremos nunca de los nietos. En caso de emergencia, por supuesto. Si os queréis ir a esquiar, os vais. Buscáis un canguro, y listos. Y si queréis ir al cine, igual. Nosotros no seremos el canguro oficial”. 45 nietos después se ha demostrado que mi mujer tenía dotes de profetisa…

La emancipación de los abuelos parte de dejar las cosas muy claras, como hay que dejarlas durante el matrimonio con los hijos, o las cortinas… A no ser que haya abuelos cuya ilusión de su vida sea cuidar a los nietos. Entonces, allá ellos.

Hablando de abuelos, ¿qué conclusiones saca del escándalo de Pujol?

Es un tema del que prefiero no hablar, y te digo por qué. No me gusta hacer leña del árbol caído, y este es un árbol que se ha caído estentóreamente. Es vecino mío, el pobre, y me lo encuentro muchas veces por casa. Bueno, me lo encontraba, porque ahora creo que no sale mucho…

¿Es justo convertirle en metáfora de los que viven de pelear por la independencia de Cataluña?

Como a mí la independencia de Cataluña me repatea, todo lo que sea ayudar a la independencia me molesta mucho.

Artur Mas: ¿a la altura?

No. ¡En absoluto! Él y su gente van siempre jugueteando…

¿Qué le parece que Ciudadanos esté preparando un programa económico de la mano de expertos reputados y que el Gobierno de Rajoy critique los programas económicos que hacen dos listos en dos tardes?

Si hay expertos reputados como los hay, me parece muy bien que cualquier partido utilice su preparación para hacer una política más realista y menos política. Las críticas del Gobierno las veo como tontadicas de la campaña electoral.

¿Cómo ve un señor maduro a Albert Rivera?

Muy majo. Me lo presentaron en una gala del Premio Planeta. Me cae muy bien.

Cambiamos de tercio. ¿Le sacamos partido a la experiencia de los abuelos y abuelas de España?

Igual sí… Pero seguramente no... Lo que pienso es que por parte de la gente menos vieja, hay que contar con la experiencia de los mayores, y por parte de los viejos, que debemos aprender a transmitir nuestra experiencia con prudencia.

Y a más a más: Hay muchas jubilaciones a los 50 años que me parecen absurdas.

¿Qué es para usted el Imserso?

Una manera de hacer que los viejos hagan actividades y que no se queden en casa acurrucaditos esperando a la muerte… Ven mundo, aprenden cultura… Y si de paso aprenden a bailar, pues estupendo…

¿Pero no le pega mucho a usted un viaje de estos?

¡Noooo! ¡Nunca! No. No. No. Ni eso, ni un crucero. ¿Por qué? Pues sin querer meterme con nadie, a mí estar en un barco con dos mil personas, y con todo organizadísimo no me va… A mí me gusta ir para acá y para allá con mi mujer, y ver lo que nos da la gana. Y si bailamos, bailamos… aunque la verdad es que no bailamos nunca…

¿Envejece España con cara de gruñona?

Envejecen España y Europa porque hemos decidido no tener hijos. Los políticos ya se encargan de meter gruñonería… La gentuza que hay por ahí, también… Por eso es tan importante tener criterio para no entrar a las estupideces del político o de la gentuza de turno.

¿Qué ha aprendido usted del trato recurrente con los medios de comunicación?

No es por echar piropos, pero me lo he pasado fenomenal. Me han hecho unas mil entrevistas, y nunca me han hecho ninguna pregunta molesta. Mi experiencia es que si tú quieres hablar con los medios, ellos están dispuestos a dialogar contigo.

¿Cómo ha conseguido decir las cosas muy claras, y no caer mal?

Pues no sé… Seguro que les caigo mal a algunos… Supongo que caigo bien porque digo las cosas muy de andar por la España de la mayoría. Cuando dices cosas que la gente entiende y que conectan con el sentido común mayoritario, es más fácil congeniar con más personas.

¿Usted cumple todos sus consejos?

¡Ah, hijo mío! Hago lo que puedo… El otro día un hijo mío me recomendó que me leyera mi libro… Hay cosas que describo, que a mí me pasan. Claro.

Usted, que ha sido alma mater del IESE y profesor durante años: ¿Se han formado en las escuelas de negocios directivos con alma, o la cosa era sólo que fueran los más eficaces del mundo?

Yo sólo puedo hablar del IESE, que es lo que conozco más de cerca, y te puedo decir que nos hemos preocupado desde el primer día de que nuestros alumnos fueran directivos con alma. De todas formas, de los no sé cuántos miles de alumnos del IESE, estoy seguro de que a alguno no le habremos conseguido inculcar esos principios… Alguno nos habrá salido rana... Pero sí ha sido una preocupación importante.

Crear valor, sí. Ganar dinero, también. Siempre hemos explicado que eficacia y riqueza estaban aparejadas, pero dentro de un orden. Si un empresario busca sólo la eficacia, su referente perfecto es la mafia. Nosotros en las aulas apelábamos a la ética, y supongo que las demás escuelas de negocios, también.

¿Qué empresarios españoles incluiría usted en su 11 ideal?

Mi lista de empresarios preferidos la tengo muy clara, aunque quizás a algunos ya no los conozca mucha gente, ya que, entre otras cosas, algunos se me han muerto, pero te digo: Antonio Valero, primer director del IESE; Alberto Erhardt, presidente del Grupo Mecánica de la Peña; Jaime Amor, presidente de Punto Nerva; Manuel Salvat, presidente de la Editorial Salvat; Rafael Prado y Juan Landecho, de Elecnor… Estos son los que a mí me han marcado de verdad. Además, me parece que Amancio Ortega es un buen empresario, porque un empresario es el que se juega su dinero, lo demás es ser un empleado…, y Juan Roig, presidente de Mercadona; Héctor Colonques, fundador de Porcelanosa… Así, a bote pronto, son los nombres que se me vienen a la cabeza.

¿Qué mentiras no le cuelan ya a usted a estas alturas del cuento?

Esas de “Y no pagaremos nada”. ¡Perfecto! “Y todos tendremos un sueldo”. ¡Perfecto! Mira, oye, que uno ya es mayor… “Y el paro bajará no sé cuántos en tres años”. ¡Venga! Jóvenes y viejos, con carrera y sin carrera, pero siempre con criterio. Eso es lo que movilizará España para que no compremos más humo. Con criterio detectaremos mejor a los cuentistas.

¿Cree que José Mota se ha convertido en su competidor explicando lo que le pasa a España?

José Mota es otra galaxia. Es un divulgador social al que hay que creer.

¿Cree que su programa es el mejor telediario?

Lo que sé es que es de los poquísimos programas que mi mujer y yo vemos…  Sí, seguramente todo lo que cuenta conforma el mejor telediario…

¿Identifica sin problemas los nombres y las caras de sus 45 nietos?

Sí. A la primera. Con dos me lío un poquillo, pero acierto casi siempre. Ahora estoy identificando a las novias y a los novios de mis nietos y nietas. Cuando de alguna no recuerdo el nombre, le doy un beso y le digo: “¡Hola, guapísima!”. Y sé que entonces mis nietos piensan: “No sabe quién es”…

Muchas gracias por este rato. Intentaré que esta entrevista sea la mejor de las mil que le han hecho.

Todavía me tienes que hacer alguna pregunta molesta…

Pensaba que ya le había hecho unas cuantas… La de Rato, por ejemplo…

Bueno, no te la he contestado por no hablar mal de nadie. Si no te he contestado a lo de Pujol, pues igual con Rato…

Última pregunta, para Gonzalo [uno de sus 12 hijos, y responsable de su agenda de prensa]: ¿Tu padre existe, o es sólo así cuando está delante de las cámaras?

Mi padre ha sido siempre así. Sus amigos dicen que es el Leopoldo de siempre, pero más público…

REBOBINANDO

Don Leopoldo es el padre del relativismo del poder efímero. Me explico. Muchos “poderosos” han pasado por delante de sus ojos en estos 81 años de vida, pero él les llama “chicos” a unos y a otros. El presidente es “un empleado en La Moncloa”. Ni protocolos políticamente correctos, ni nada. Educación, sí, pero con criterio. La España de la calle está cansada de discursos oficiales llenos de tópicos, de frases de argumentarios, de verdades estiradas, de mentiras sutiles y de ajedrez retórico en el púlpito de una política esencialmente llena de asalariados nómadas.

Don Leopoldo habla a la pata la llana. Con el dominó del sentido común. Con la perspectiva del tiempo, pero con la modernidad de quien tiene claro que cualquier tiempo pasado fue anterior.

Don Leopoldo es un género. Un hombre-parábola. La normalidad bien aprovechada.

Don Leopoldo quiere ser viejo cuando sea mayor. A estas alturas, lo de ser viejo de verdad lo tendrá complicado. Tiene pinta.

Don Leopoldo. Con ese tratamiento ya está dicho casi todo.

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