Los 10 alimentos que debes tomar para prevenir la gripe de invierno

Aunque este invierno no esté siendo el más gélido de la historia, los cambios de temperatura que estamos viviendo a lo largo de éste son incluso más perniciosos para nuestra salud que el frío extremo. Por ello, conviene que busquemos los mejores métodos para reforzar nuestra salud para estos casos.

Componentes de una dieta variada.
Componentes de una dieta variada.

Como todos sabemos, una vez enfermamos, la única solución válida para algunos de nosotros son los medicamentos. Sin embargo, existe el paso previo, que es la prevención. Por lo que, si conseguimos lograr este paso, podremos recurrir a los medicamentos únicamente cuando sea necesario.

Una de las maneras de prevención, además de mirar el tiempo y elegir abrigo acorde a las temperaturas previstas, es cuidar nuestra alimentación.

Sin embargo, dentro de nuestros propósitos alimenticios de 2016 entra la 'operación bikini' para lograr el cuerpo deseado antes del verano. Por ello, debemos lograr una alimentación que resulte armoniosa en estas dos vías: una dieta rica en en energía para mantener activas las defensas y que, a la vez, ayude a mantener la línea.

A este respecto, el Instituto DKV de la Vida Saludable propone una lista de alimentos saludables que nos ayudarán a cuidar nuestra salud y favorecerán el mantenimiento de nuestra línea.

-- Las frutas. Todos sabemos que éstas han de ser un alimento recurrente y principal en nuestra dieta. Debido al poder antioxidante que poseen, se ha demostrado que tienen un papel importante en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y el envejecimiento. Es recomendable consumir en cada época aquellas propias de la temporada en la que nos encontramos. Por ello en esta época se recomiendan la manzana, la pera, el plátano, el aguacate, el kiwi, el limón, las mandarinas, los frutos rojos, el caqui o la granada. En este momento del año, sus propiedades y sabor se ven potenciados.
-- Bebidas. El agua ha de ser, al igual que las verduras, indispensable en nuestra dieta. Sin embargo, no debemos olvidarnos que hay más alternativas a ésta. Por ejemplo: té verde o infusiones. Incluso podemos acudir a la leche de avena o almendra, que al no ser lácteas, sin más ligeras y favorecen las digestiones. Si quieres optar por un zumo de fruta, es mejor optar por uno natural y recién exprimido. Las ventajas de las alternativas mencionadas -a excepción del zumo- es que pueden calentarse y nos ayudarán a entrar en calor cuando lleguemos a casa.
-- Legumbres, semillas e hidratos de carbono. En estos se pueden encuadrad las nueces y almendras, siempre y cuando sean crudas; las castañas, las pastas y el arroz integral, los copos de avena, los garbanzos y las lentejas, entre otros. Para muchos, el último mencionado resulta una satisfacción en los días más fríos de invierno. Este grupo de alimentos son una fuente de energía extraordinaria. Además es recomendable consumirlos a la hora de la comida, para aprovechar la energía que aportan durante la tarde. Esto se debe también a que, como todos sabemos, si los tomamos más tarde se acumulan en nuestro organismo y será entonces cuando realmente nos engorden. Aportan aceites esenciales, minerales y vitaminas.
-- No debemos olvidar las proteínas, que se encuentran principalmente en el huevo, el pollo, el pavo, el cerdo la ternera, el fiambre, el jamón cocido o el lomo embuchado, entre otros. Las proteínas que recogen éstos son las encargadas de generar unos músculos resistentes y mantener elásticos los tejidos, además de fortalecer los cartílagos. La carne roja se puede consumir de manera ocasional, siendo el equilibrio entre las magras y las más saludables.
-- La cayena, la pimienta, el curry, las hierbas provenzales, la algarroba, el azúcar de coco, la miel, el aceite de oliva, el tomillo, el orégano o el romero, son condimentos y edulcorantes que sirven, alguno de ellos, como sustitutivos de la sal, por lo que son más saludables que éste. Debemos saber cuando emplear cada uno de ellos: las especias picantes aceleran la digestión y ayudan a consumir calorías mientas que el aceite de oliva es indispensable en ensaladas y aliños.
-- Los vegetales y hortalizas nos aportarán fibra, vitaminas y minerales, tres nutrientes con muchísima importancia en nuestro sistema inmunológico y que, por tanto, ayudarán a prevenir las gripes. Si éstos se consumen frescos es conveniente adaptar su consumo a la época del año en la que nos encontramos, aprovechando al máximo sus micro nutrientes. En esta estación, los recomendados son: calabaza, calabacín, boniato, pimiento rojo y verde, zanahoria, puerro, coliflor, brócoli, patatas, tomates, cebollas o ajos. En esta época del año, aportarán potasio, sodio, minerales, vitaminas, fibra y antioxidantes. Son uno de los pilares que sostienen una alimentación saludable.
-- Tras el proceso de enlatado, cuando los pescados y mariscos entran en conserva, aumentan su contenido en calcio, hierro, fósforo y magnesio. En este caso, los berberechos, las almejas y los mejillones en conserva, contienen una elevada cantidad de hierro y las sardinas, por su parte, pueden llegar a triplicar su contenido en calcio. Todos los mencionados anteriormente poseen las vitaminas A, B y D, que resultan indispensables para nuestro organismo. Otros alimentos en conserva como el atún, la caballa o el atún rojo.
-- El pescado, fundamental en nuestra dieta. Debe ser consumido con moderación, siendo un alimento muy saludable por distintas razones. Contiene proteínas saludables, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales. Aparte de favorecer la reducción de colesterol y favorecer el aparato cardiovascular. En caso de dudar a la hora de acudir a la pescadería, conviene apostar por pescados como salmón, dorada, gallo, dorada, lomos de atún, bacalao, sardinas, calamares o mejillones. Todos ellos conviene tenerlos siempre en nuestra nevera.
-- No debemos olvidarnos de los lácteos. Generalmente se venden como aquello que nos ayudará a crecer, pero son muy favorables también para cuidar nuestro organismo y mantener la salud. Aquellos que tengan exceso de colesterol o hipertensión deberán evitarse o, en su defecto, limitarse. Para estos casos, lo mejor es optar por queso fresco de cabra o de oveja o requesón. Quienes no tengan estos problemas deben buscar en el supermercado, quesos, elaborados artesanalmente, y preferiblemente semicurados.
-- El pan y los cereales, es conveniente consumirlos en su faceta integral. Así consumiremos más fibra, menos grasas y manos calorías. El chocolate, debe ser lo más puro posible, a partir del 70%. 

 

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