Tenerife, carnaval y muchas ganas de disfrutar
Que febrero se tiñe de tintes carnaveleros es algo que todo el mundo bien sabe. En especial, Tenerife. La isla canaria vive durante estos días una de sus fiestas más populares, que dio comienzo el pasado viernes 27 de enero, día en el que tuvo lugar la gala inaugural de la tradicional fiesta chicharrera, celebración que supone el pistoletazo de salida de este carnaval. En ésta, las 47 candidatas a Reina (16 adultas, 11 mayores y 20 niñas) conocieron el orden en el que desfilarán en cada una de sus actuaciones. Un numeroso público fue el que disfrutó de un simple, pero a la vez elegante, espectáculo. La fecha del evento ayudó a esta gran aglomeración.
Y es que, después de todo, febrero es un mes distinto en la isla. Los hoteles de Tenerife se preparan para seguir acogiendo a un buen número de turistas, que dejan atrás el frío de otras regiones españolas, o de otros países, para formar parte de una de las fiestas más divertidas a nivel mundial. Atrás queda, por tanto, concebir dicho mes con el frío y la lluvia, puesto que esta percepción no figura en absoluto en el ambiente isleño. ¿Por qué será? Ni que decir que el clima y la temperatura, ambas con furor primaveral, tienen muchísima influencia en el entorno. Otras peculiaridades como la música, el colorido, la seguridad y, especialmente, el magnífico ambiente convierte a esta cita en un evento en el que fiesta, diversión, sociedad y cultura engloban un mismo concepto.
Por ello, la isla de Santa Cruz de Tenerife es, indudablemente, en esta fecha, un lugar de interés turístico en toda regla. Su carnaval, de hecho, es considerado Fiesta de Interés Turístico Internacional, siendo, a su vez, uno de los más populares. Sus diversos concursos, galas y bailes no cesan a lo largo de las jornadas. Las numerosas familias que asisten así lo demuestran. No obstante, es conveniente recordar que otras de las localidades de esta isla también se unen a la fiesta, mediante la celebración de sus propios carnavales. Todos ellos tienen un objetivo común: disfrutar, disfrazarse y contagiarse mutuamente de una rebosante alegría.
Aquellos que todavía no hayan vivido o experimentado la esencia de este carnaval en sus venas no tienen tiempo que perder. A partir de la ya mencionada ceremonia de inauguración, en la que arrancan los concursos de las distintas agrupaciones (comparsas, rondallas y murgas) y tiene lugar la Gala de Elección de la Reina del Carnaval, un par de días después, concretamente el viernes de Carnaval, el desenfado y el colorido llega de la mano de la Cabalgata Anunciadora. Desde ese momento, las calles del centro tinerfeño quedan impregnadas de una ilusión disfrazada, metafóricamente, de música.
Sumergirse en un ambiente de estas características es tan sencillo como preparar tu disfraz y añadir un ingrediente más a la coctelera: ganas, ganas y más ganas de pasarlo exageradamente bien. Ya sea por las risas que provocan los disfraces, por la abundante cantidad de purpurina que cada uno lleva encima o por la alegría irradiada en el ambiente, el carnaval de Tenerife es una fiesta para nunca olvidar.
