Por qué mi perro no quiere dormir en su cama

7 remedios caseros para no quedarte dormido.
Por qué mi perro no quiere dormir en su cama

Seguramente tu perro se haya convertido en otro miembro de la familia más, en uno de vuestros mejores amigos y alguien con quien ya no podéis vivir. Si bien esto es muy bonito, los perros, igual que las personas, necesitan tener su propio espacio. Si eres de aquellos amos permisivos está bien que de vez en cuando le dejes subirse al sofá o a tu cama. Pero es imprescindible que eches un vistazo al tipo de camas para perros que existen y le compres una a tu compañero. En este artículo queremos contarte cuáles son los problemas de que tu perro duerma siempre contigo y darte unos consejos para enseñarle a dormir en su nueva cama. Es todo un reto, pero un aprendizaje que realizaréis juntos y que sin duda tendrá beneficios para los dos.

Una de las razones por las que no es bueno que  tu perro duerma siempre contigo es precisamente el problema de dependencia que se puede crear. Eso pasa igual con algunas personas y es un hecho muy importante a tener en cuenta. El día en que necesites separarte de él, ya sea porque te vas el fin de semana, de viaje o tienes que estar en el hospital, generará en tu mascota un estrés y una ansiedad enorme. Los perros, igual que los niños a cierta edad, tienen que aprender a estar contigo pero a la vez a sobrevivir sin ti sin necesidad de pasarlo mal.

El perro puede caer en depresión, en una pérdida de apetito o tener conductas raras si echa en falta a su amo y se siente muy ligado a él. Así que cómprale una cama y deja que tenga su propio espacio. Puedes colocarla en tu misma habitación, aunque estéis juntos el problema de la ansiedad no se generará del mismo modo. Te sirve además para evitar que tu perro crea que tu cama también es suya y que, por tanto, como hacen ellos con sus cosas, "marque" su territorio. Lo que significa que orine alrededor de ella. Evita pasar por estas cosas y cómprale su propia cama y enséñale a cuidar de ella.

Otra de las razones por las que no es bueno que tu perro duerma contigo tiene que ver precisamente contigo. En la piel y el pelo de nuestro mejor amigo viven muchas bacterias y hongos. Aunque nos empeñemos a llevarlo impecable, no quiere decir que no haya nada entre tanto pelo. La mayoría de lo que pueda haber es inofensivo pero a veces puede crear infecciones u otro tipo de problemas a los humanos que viven cerca.

Esto es normal porque los perros por su estatura y porque se pasean descalzos tienen más facilidad en atraer todo tipo de bacterias que se encuentran en la calle. Esto no quiere decir que tengamos que proteger a nuestra mascota de forma especial, porque se trata de un perro y debe tener la libertad de pasear y correr por dónde quiere. Pero tenemos que ser cautos con nuestra salud. Limpiarlo al volver de una tarde al bosque y no dejarle subir en la cama si hace unos días que no lo bañamos. No pasa nada, si los educamos lo entienden todo.

Si además sueles sufrir algún tipo de alergias evita dormir con él porque puede causarte problemas de respiración. Y ten en cuenta que a veces los perros suelen ser portadores de pulgas y garrapatas. Así que, sin dejar de mimarlo, cómprale un sofá o una cama y enséñale cuál es su rincón, al final los dos lo apreciaréis.

Dicho esto, ¿cómo le enseño a mi perro a dormir en su cama o en sofás para perros?

Pues bien, aquí viene la parte más difícil, aunque para nada complicada ni imposible. Se trata como siempre de paciencia. Primero sé coherente, si decides que no puede subir a tu cama, no le riñes un día porque lo haga y el siguiente lo abraces. Hasta que no aprenda que tu cama no es la suya intenta educarlo para que no suba en ella, sé coherente.

Indícale cuál es el sitio en el que debe dormir. Cada vez que se ponga a dormir en algún rincón de la casa muéstrale e inténtalo llevar a su cama. Dale un premio si lo hace y verás como pronto no podrá despegarse de ella. Cuando ya hayas logrado que cada noche se ponga en su cama, deja entonces que algún día haga la siesta en otro rincón si lo quiere. A veces por el calor o por la luz les gusta cambiar de sitio aunque solo sea para la siesta.

 

Sé coherente, firme, exigente. Dale premios para que se acerque en la cama, ríñelo si no lo hace, y sed los dos disciplinados, será muy fácil. En pocas semanas tu perro estará muy a gusto en su cama. Un último consejo, ponle las cosas fáciles, cómprale camas para mascostas del tamaño adecuado y cómodas.

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato