Así ha afectado la crisis económica a los niños españoles
Si algo potenció la crisis económica fue la desigualdad en la sociedad. Multitud de familias se encontraron en una situación muy precaria, con la pérdida de empleo y dependiendo de pequeñas ayudas. La peor parte se la llevaron los menores, creciendo el índice pobreza infantil de forma vertiginosa. Por eso, hoy por hoy, organizaciones sin ánimo de lucro, como Música por la Paz, están adquiriendo cada vez más relevancia por la labor que realizan, a través de sus acciones, acompañando a los más pequeños en su día a día.
Y es que la exclusión y la pobreza infantil no es algo anecdótico en nuestro país. Al revés. La realidad es más que preocupante. España ocupa el tercer puesto entre los países europeos con mayor índice de exclusión y pobreza infantil, detrás de Grecia y Rumania, contando con, aproximadamente, un 30% de la población, bastante alejado de la tasa media europea que es de un 21%.
Las cifras pueden variar de un estudio a otro, pero lo que no varía lo alarmante de la situación.
Unicef destacaba en un comunicado emitido el mes pasado que, además, esta cifra ha ido aumentando especialmente en familias con dos adultos y dos niños y con ingresos menores a 700 euros al mes.
España también se encuentra alejada de la media europea en la partida destinada a la protección de la infancia y las familias y la ayuda social. En 2016 sólo un 1,3% del PIB – en Europa un 2,3% -, parece que esta cifra tiene prevista aumentar en los Presupuestos Generales del Estado 2017, pendientes de cierre y aprobación en los próximos días.
Aunque parezca raro, muchos niños y niñas no tienen acceso a algo tan común como unas gafas nuevas, libros de texto o no pueden hacer las cinco comidas al día que se requieren.
Por otro lado, España es, además, uno de los países también con mayor índice de abandono escolar. Estudios revelan la correlación existente entre estos dos fenómenos ya que se estima que el 50% del rendimiento de los alumnos está influido por la posición familiar y su situación.
Esta es la fotografía con la que profesionales de la educación, padres, madres, administración pública y todos los agentes sociales tienen que lidiar cada día. Por esto no es de extrañar que el papel de las ONGs sea cada vez más importante.
En el ámbito de la educación opera Música por la Paz, contando con más de 15 centros distribuidos por toda la geografía española. En ellos, acogen, cada tarde, a niños y niñas, les ayudan a hacer los deberes con el apoyo de profesores titulados, les dan de merendar y organizan talleres y dinámicas de grupo con el objetivo de proporcionarles herramientas para que potencien la autoestima, la gestión de las emociones o la motivación.
Crear entornos seguros donde los niños y niñas puedan desarrollar sus habilidades es fundamental para romper con la exclusión, generar confianza y seguir apostando por la felicidad y crecimiento sano de los niños y niñas de hoy, que serán los hombres y mujeres de mañana.
