Un niño tarda en adaptarse a la rutina escolar entre una semana y un mes

La actitud positiva de los padres y la organización previa puede ayudar a que la adaptación sea menos estresante. Los progenitores deben entender  que es una etapa de transición, que en la mayoría de los niños se resuelve en una semana. Si se dilata en el tiempo es recomendable acudir al pediatra. La doctora Mariola García, responsable del área pediátrica de HLA Vistahermosa en Alicante, nos ofrece algunos consejos para que la vuelta al cole de los pequeños sea lo más fácil posible.

Un niño tarda en adaptarse a la rutina escolar entre una semana y un mes
Un niño tarda en adaptarse a la rutina escolar entre una semana y un mes

La vuelta al cole da lugar a una nueva etapa donde las rutinas suelen ser completamente diferentes que las que han mantenido durante los tres meses de vacaciones, horarios más estrictos y distintas obligaciones que en algunos niños pueden convertirse en una verdadera aventura. La aclimatación del niño, sobre todo a partir de los 24 meses, cuando comienza a ser más consciente de los cambios, depende en gran medida de su personalidad, sobre todo si es la primera vez que acude al colegio, por lo que, si tenemos niños en edad escolar, deberíamos seguir los consejos que la Dra. Mariola García, responsable del área pediátrica de HLA Vistahermosa, expone para que la vuelta al colegio no sea un trauma para los niños y los progenitores. “Los padres tenemos que estar preparados para trasmitir una actitud positiva en ambiente familiar favorable, que haga que el niño se sienta más seguro y se adapte mejor a su nuevo ritmo de vida” apunta la especialista. Los consejos más sencillos, para que la adaptación sea paulatina y menos estresante son los siguientes:

  1. Quince días antes de iniciar el curso escolar, hay que establecer nuevos horarios de sueño, empezar dormir antes y levantarse más temprano. Por lo que deberemos evitar que los niños ingieran alimentos estimulantes como los dulces, chocolates y bebidas excitantes que puedan interferir con un correcto descanso.  Durante los fines de semana  podemos relajar el horario y permitir al niño dormir  1 o dos horas más, pero hay que evitar que se levanten muy tarde alternando de esta forma su ciclo de sueño. Si los niños duermen bien, aprenderán mejor.
  2. Hay que preparar y organizar todo el material escolar con suficiente antelación para evitar las prisas de última hora, de lo contrario generarán inseguridad en el niño. Es conveniente que ellos colaboren en esa preparación. Esto evitará que estén preocupados y sientan ansiedad.
  3. Calcular bien el tiempo que el niño necesita para levantarse, desayunar, y trasladarse al centro escolar para que el inicio del día no sea estresante. 
  4. Es importante que los padres sirvan de ejemplo a los niños resaltando siempre lo bueno del colegio. Mantener una actitud positiva, paciente y firme, así como acompañar al niño por las mañanas contentos y despedirlo con una sonrisa, evita que el niño esté nervioso o con miedo.
  5. Cuidado con la alimentación. Se debe conocer el menú escolar para complementarlo durante la cena en casa y ofrecer una dieta  equilibrada. El déficit de vitaminas y otros nutrientes, generan problemas médicos como cansancio, falta de concentración, irritabilidad… influyendo en la adaptación, concentración y capacidad de aprendizaje del niño.
  6. Crear una rutina de estudio (repaso de las actividades académicas y  las tareas para casa)  y  establecer unas reglas claras sobre el tiempo que se dedica a las actividades extraescolares y lúdicas.
  7. Al salir del colegio, dedica tiempo a tu hijo. Juega con él y anímale a compartir sus experiencias de la escuela, de esta forma se crea un lazo de confianza que influye positivamente en el niño y hace que se sienta querido y  apoyado. De esta forma puedes evitar, por ejemplo, que se enfrente a un acoso escolar en silencio.
  8. Y por último, es muy importante que  el niño tenga tiempo para jugar. 

“Los padres deben entender que es una etapa de transición, que en la mayoría de los niños se resuelve en una semana. Pasado este tiempo si el niño sigue sin querer ir al colegio, desmotivado, con angustia, debilidad, cambios de humor o comienza a somatizar con molestias abdominales, dolores de cabeza, insomnio… puede tratarse de los síntomas de un síndrome postvacacional o alguna otra enfermedad. En este caso, debes acudir a su Pediatra” concluye la Dra. García.

 

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