Se habla incluso de relevo

El distanciamiento entre Juan Luis Cebrián y Fernando Abril-Martorell va a más en Prisa

El consejero delegado se autoexcluye del Plan Plurianual de Incentivos en 2014 y el presidente no lo ve con buenos ojos

Cebrián y ABril Martorell en una Junta de Prisa.
Cebrián y ABril Martorell en una Junta de Prisa.

Por si no tuviera bastantes problemas ya el Grupo Prisa, con una deuda de más de 3.000 millones de euros y la obligación de vender buena parte de sus activos para salvarse, ahora se une uno más: sus dos principales ejecutivos, Juan Luis Cebrián y Fernando Abril-Martorell, están cada vez más alejados.

El presidente del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, y su consejero delegado, Fernando Abril-Martorell, a quién fichó para la compañía en 2011 el propio Cebrián, “están distanciados”. Estas son las dos palabras que utilizan las fuentes consultadas para describir la situación actual entre los dos máximos dirigentes de la empresa.

“El distanciamiento entre ambos se nota, se palpa”, aseguran fuentes no oficiales de la empresa. “La relación entre ambos no es como al principio, hace tres años. Ahora se ve en pequeños detalles pero que son importantes: el discurso de uno que no conoce el otro, la comunicación distinta... Se habla incluso de que podría abandonar la compañía”, insisten estas fuentes.

Pero, además, hay un hecho que no ha sentado nada bien al presidente. Mientras que, según se publica en el informe del Gobierno Corporativo de 2013 remitido a la CNMV, Cebrián se ha 'quemado' al conocerse que ha pedido 50.000 euros de anticipo, que se le paga el alquiler de su casa si así lo desea, y que ha entrado en un plan de Incentivo Plurianual que le reportará un millón de euros en acciones de Prisa si cumple una serie de objetivos.

Entre ellos, mantenerse en la empresa hasta el 1 de enero de 2016, y cumplir con un mínimo de ingresos y con los planes estratégicos de la empresa.

Sin embargo, y según se recoge también en ese informe del Gobierno Corporativo, el consejero delegado “no percibe en la actualidad ningún tipo de retribución variable plurianual”. De acuerdo con las fuentes consultadas, Martorell “ha renunciado a esa retribución variable”. “Esto no ha sentado nada bien al presidente porque con la situación que vive la empresa de recortes de sueldos a los trabajadores y despidos, no le deja a él en buen lugar ni da sensación de apostar por el futuro de la compañía”, explican estas fuentes.

¿Trabajo hecho?

La trayectoria de Abril-Martorell es la de un financiero que ha trabajado buena parte de su carrera en bancos de inversión como Creditt Suisse. Por lo tanto, algunas fuentes creen que una vez culminado el proceso de refinanciación de la deuda, que le ha dado seis años de cierta tranquilidad a la compañía, su trabajo está hecho y lo único que queda ya, que no es poco, es proceder a vender algunos activos para reducir la deuda.

Entre estos activos, sin duda, están el 13% que aún mantiene en Mediaset España y el 56% de Digital +. Con la venta de ambas participadas, su deuda se vería reducida en más de 1.000 millones de euros y varios años de cierta tranquilidad por delante al haberla refinanciado.

 

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