El Senado se plantea suprimir el “premio Luis Carandell” por el olvido de los periodistas hacia la cámara
Los informadores parlamentarios no han concedido ningún galardón a senadores. Tres de las distinguidas forman parte de la APP
La de este 2014 podría ser la décima y última edición del “premio Luis Carandell” de periodismo parlamentario. En el Senado, que es quien organiza estos galardones, hay una sensación de olvido hacia la cámara por parte de los informadores habituales.
Carmen del Riego, de La Vanguardia, es año. María Rey, de Antena 3, el pasado. Rocío Antoñanzas de Toledo, de la agencia Efe, la anterior. Iñaki Gabilondo, de Prisa. O Ana Isabel Díez, de El País. La nómina de galardonados con el Luis Carandell es extensa y de gran nivel.
Unos premios que han entregado en su día los príncipes de Asturias en un acto solemne celebrado en el Senado cada año.
En el Senado, sin embargo, se sienten cada vez más abandonados por los periodistas que cubren la actualidad parlamentaria. Ponen como ejemplo lo sucedido en la última fiesta anual de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) celebrada en el hotel Palace hace unos días.
Desde la Cámara Alta critican que ningún senador se haya llevado alguno de los grandes premios. “Nos tienen olvidados”, se quejan desde presidencia del Senado.
Uno de los senadores más críticos con la actitud de los periodistas parlamentarios es Iñaki Anasagasti, que ha llegado a escribir en su blog un post titulado ‘La lamentable noche de entrega de premios de la Asociación de Periodistas Parlamentarios’.
Según ha sabido El Confidencial Digital, el Senado está estudiando suprimir los Carandell. Como decimos, la sensación es de olvido hacia una cámara de la que, según denuncian, sólo se acuerdan cuando va algún ministro.
Critican especialmente que cuadros directivos de la APP hayan recibido este premio, como es el caso de Del Riego, María Rey o Anabel Díez, actual presidenta de la asociación, y no hayan hecho nada para prestigiar el Senado a pesar de la ayuda económica que recibieron –que supera los 5.000 euros o incluso llega a los 10.000-.
Las fuentes consultadas por ECD indican que una opción es convertir el premio en una beca.
