La vuelta de la publicidad a TVE y la supresión de canales TDT, los retos de José Manuel Lara como presidente de UTECA

José Manuel Lara ha aceptado presidir la patronal de las televisiones privadas. Su nombramiento se producirá oficialmente en la junta que celebrará UTECA a finales de este mes. Al presidente del grupo Planeta se le presentan dos importantes retos que tendrá que pelear con el Gobierno de Mariano Rajoy.

El nombramiento de Lara ha sido aceptado por todos los operadores de televisión. Ninguno se ha opuesto a que el empresario catalán represente a las cadenas en una de las negociaciones más duras que tendrá que mantener con el Gobierno. Será su última bala.

Según explican a El Confidencial Digital fuentes conocedoras de cómo se ha gestado su designación, Mediaset, Unidad Editorial y Vocento coincidieron en que era el momento de elegir a una persona con una relación privilegiada con el equipo de Mariano Rajoy. Y ese hombre es José Manuel Lara.

Ni el grupo dirigido por Paolo Vasile, que en ocasiones ha enfurecido al Gobierno, ni el de Antonio Fernández Galiano, la línea editorial de El Mundo es contraria a la política de Rajoy, ni Vocento disponían de una interlocución tan directa con Moncloa como la que tiene el empresario catalán.

Especialmente significativa ha sido la aprobación del nombramiento de Lara por parte de Mediaset. Vasile, que en su día sí puso pegas a la elección de José Miguel Contreras, de laSexta, como líder de la patronal de las televisiones, esta vez no ha expresado su disconformidad. Reconoce que es el mejor interlocutor posible, admiten fuentes de su entorno.

Los desafías de Lara

José Manuel Lara tiene por delante dos importantes desafíos al frente de UTECA. El empresario catalán lleva una actividad frenética en los últimos meses. Se encuentra muy activo. Incluso, ha dejado de fumar, señalan personas de su cercanía.

Lara, por tanto, tiene ganas e interés en dirigir la patronal y de ‘pelear’ con el Gobierno por sus intereses. Estas serán las dos principales gestiones que deberá acometer:

-- La anulación de canales de TDT. El Gobierno ha fijado el próximo año como fecha tope para decidir si considera ilegal el reparto de licencias del Gobierno de Zapatero. Las cadenas darán la batalla para que el Ejecutivo rectifique.

La solución no es fácil: por un lado, el Tribunal Supremo ha considerado ilegal el reparto. Pero, por otro lado, si se aplica la sentencia grupos como Unidad Editorial y Vocento perderían una importante fuente de ingresos. Antena 3 y Mediaset también se verían afectados ya que reducirían su familia de canales. Las televisiones ya han anunciado que exigirán una indemnización si el Gobierno acata la sentencia del alto tribunal.

 

-- Retorno de la publicidad a TVE. Los directivos de las cadenas sospechan de una campaña de los principales responsables de RTVE para recuperar los anuncios en la cadena pública. Las privadas, por supuesto, se oponen en redondo a acceder.

En caso de que el Gobierno recupere la publicidad en TVE, los dos principales grupos televisivos entrarían inmediatamente en pérdidas. No habría tarta publicitaria para TVE, Antena 3 y Telecinco a la vez.

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