El director de Telemadrid, Manuel Soriano, agotará la legislatura al frente de la cadena tras recibir el apoyo de Esperanza Aguirre

Esperanza Aguirre trazó en su discurso de investidura las líneas básicas del proyecto que deseaba para la televisión autonómica madrileña: una cadena que debía adoptar una política de “tolerancia cero” con la telebasura y unos programas que permanecieran al margen de cualquier atisbo de manipulación.   Según fuentes de la emisora, en esa línea se ha trabajado durantes estos años con una apuesta total por el entretenimiento de calidad, hasta lograr un perfil de canal que sea ante todo un servicio público. Desde la Comunidad de Madrid, se explica, no llegan instrucciones ni consignas pero sí se ha dado un respaldo expreso a sus directivos tras la presentación de los resultados económicos de 2005.   Hay que recordar que, según el informe oficial de la cadena, el pasado año Telemadrid le costó a cada ciudadano una media de 13,5 euros, una cantidad sensiblemente inferior a la del resto de canales públicos del país que suelen superar los 33 euros por habitante. Esta política de gasto controlado, de déficit contenido, ha sido muy bien acogido por los dirigentes “populares”.   Existe gran satisfacción, además, por la apuesta que ha realizado la cadena por los Informativos. De entre ellos destaca el innovador formato de madrugada de Germán Yanke. Un espacio de análisis que se ha convertido en un referente. En la cadena se apunta incluso que Iñaki Gabilondo habría intentado trasladar a Cuatro un espacio similar al de Yanke.   Sobre los índices de audiencia, desde Telemadrid se dan dos explicaciones fundamentales a la sensible caída experimentada. En primer lugar, son fruto de la apuesta anteriormente indicada por una televisión de servicio público, alejada del morbo y los escándalos del corazón. Según cifras de la propia emisora, el 55,4% de la programación de Telemadrid está integrada actualmente por Informativos, Cine, espacios Infantiles, Documentales y formatos de Divulgación.   En segundo lugar, se añade, el panorama televisivo nacional ya no es el mismo que el de hace unos años. Ha irrumpido la Televisión Digital Terrestre y nuevos canales. Las audiencias millonarias siguen obteniéndose con grandes y costosas series que requieren enormes inversiones y “realities” de todo tipo. Hay una voluntad expresa, insisten desde la cadena, en no transitar por esos caminos.