La animadversión de Vasile con La Sexta se remonta a un viaje de los ‘fontaneros’ de Moncloa a Italia para exigirle al presidente de Mediaset su ‘cabeza’

Quienes le conocen advierten que se trata de un ‘profesional’, alguien que no suele anteponer los asuntos personales a los negocios. Sin embargo, reconocen que Paolo Vasile jamás olvidará el intento de “moverle la silla” que llevaron a cabo ‘fontaneros’ de la Moncloa. Su animadversión hacia La Sexta también está relacionada con esto.

Telecinco se alineó hace unos meses junto al Grupo Prisa en la ‘guerra audiovisual’ que enfrenta a ambas compañías con Mediapro, a cuenta de los derechos televisados de la Liga de Fútbol Profesional. Esa alianza, que se ha intentado explicar aludiendo a varios motivos, también cuenta con un condicionante de tipo personal.

En junio de 2005, el Gobierno Zapatero incluyó en su Plan de Reforma del Sector Audiovisual un decreto que modificaba el Plan Técnico Nacional de la Televisión Privada y que preveía un nuevo canal nacional con una cobertura que alcanzaría el 70 por ciento de la población española. Este nuevo canal, que le correspondió finalmente a La Sexta, se sumó a la oferta de las televisiones generalistas privadas –Telecinco, Antena 3 TV y Cuatro, que había comenzado a emitir siete meses antes.

La irrupción de Cuatro y La Sexta provocó un enorme revuelo en las privadas que criticaron duramente al Gobierno. Paolo Vasile fue uno de los más incisivos y atacó con palabras gruesas esas medidas. Llegó a hablar de un “golpe de estado audiovisual” por parte de José Luis Rodríguez Zapatero”. Esas declaraciones sentaron especialmente mal en Moncloa.

Por aquellas fechas tuvo lugar, además, un sonado desplante al presidente del Ejecutivo por parte de Telecinco. Zapatero había acordado una intervención en forma de entrevista en uno de los espacios de la cadena. Los directivos de la televisión comunicaron a Moncloa la noche anterior que cancelaban la emisión.

El enfado de la secretaría de Estado de Comunicación, que por aquel entonces dirigía Miguel Barroso, ante estas dos afrentas fue de tal magnitud que se decidió viajar a Italia para solicitar una entrevista con el presidente de Mediaset, dueña de Telecinco, Fedele Confalonieri.

Dicho y hecho. Un equipo de La Moncloa se desplazó a Milán y se entrevistó con el brazo derecho de Silvio Berlusconi, también por aquel entonces al frente del Gobierno italiano. Fuentes conocedoras de ese encuentro confirman a ECD que allí se expresó la enorme indignación del presidente Zapatero con el comportamiento de Vasile… hasta llegar a pedir su dimisión.

--“Nunca ha estado Paolo Vasile tan cerca de perder su puesto de consejero delegado como en aquella ocasión”, advierten desde su entorno.

La maniobra le llegó al máximo ejecutivo de Telecinco, que nunca olvidará el día que estuvo a punto de caer.

Por cierto, que la reciente victoria en las urnas de Berlusconi reproduce un escenario similar al de entonces: Zapatero, en Moncloa; y el propietario de Telecinco y líder de El Pueblo de la Libertad, de nuevo en Palacio Chigi.

 

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