La marcha de Antonio Cañizares al Vaticano ya no es tan segura: hace falta en España

El nombre de Antonio Cañizares ha sido manejado con insistencia para presidir en Roma, como prefecto, la Congregación para el Clero, dentro de la suma de nombramientos que tiene previsto realizar Benedicto XVI.   Le cuentan, sin embargo, a El Chivato que la marcha del arzobispo de Toledo a Roma ya no es tan segura. Incluso apuntan que no se producirá.   Uno de los argumentos que se aportan es que “no están las cosas en España, en la Iglesia de España, como para prescindir de él”. Se estima que hay cuestiones graves en juego, y que la situación religiosa, social y hasta política desaconsejaría prescindir de una persona tan implicada en los asuntos a debate y negociación.   Otra argumentación –aunque ya de menos peso- es que lo normal es que, para las congregaciones, se nombre a eclesiásticos que van “de subida”, es decir, eclesiásticos que aún no son cardenales y que reciben el capelo con motivo del nuevo cargo. No es habitual que se designe a alguien que, como Cañizares, ya es cardenal.

 

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