El doble lenguaje de Mónica Oltra

La Generalitat valenciana ha decidido reducir el número de colegios concertados por la vía de la supresión de conciertos con algunos centros. Esta situación ha puesto en pie de guerra a los afectados contra el consejero de Educación, Vicent Marzá (de Compromís) que recién llegado al cargo, declaró: “se ha acabado la barra libre para la concertada”.

En diversas intervenciones públicas, la vicepresidenta del Gobierno de Ximo Puig, Mónica Oltra (líder de Compromís), ha expresado su apuesta por el “diálogo y el consenso” respecto a esta cuestión.

Ha llegado a manifestar que, si un padre o una madre no puede llevar a su hijo a un centro, ella defenderá su libertad y saldría con él en la manifestación reclamando ese derecho. Pero parece que una cosa es lo que dice Oltra en público y otra muy distinta, lo que declara en privado.

Hace unos días, según le ha llegado a El Chivato, unos padres se acercaron a ella para tratar de razonarle que a la Administración le sale más barata una plaza en un colegio concertado que en uno público.

Según el testimonio de estos padres, Mónica Oltra no se atuvo a razones ni las adujo. Todo lo contrario: la vicepresidenta valencia les contestó que no le importaban los argumentos sobre la enseñanza concertada, sino crear puestos de trabajo en la pública mediante oposiciones. “Lo que la gente quiere es ser funcionario, y eso es lo que le vamos a dar”, concluyó.

La impresión que se llevaron quienes estuvieron con ella es que el tono en público de Oltra es comedido, cordial, sonriente, pero ajeno a lo que realmente piensa. “Es un lobo con piel de cordero. En privado se manifestó el lobo, se transformó”.


 

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