Un Rodrigo Rato delgado, moreno y con perilla, con alianza de casado, conquistó a los inversores de la Caixa
Rodrigo Rato fue nombrado ayer miembro de la Comisión Ejecutiva de Criteria. Y el ex ministro y ex director del Fondo Monetario Internacional, que asistió a la junta, se ganó la simpatía de los inversores catalanes presentes.
Un Rato delgado y moreno, con perilla y luciendo alianza de casado, llegó puntual a la junta, ocupó su sitio y estuvo muy concentrado tomando notas, pero también pendiente del teléfono móvil.
No pasó inadvertido a los asistentes su dominio del catalán, que fue lo que mejor cayó. A pesar de que la sesión se desarrollaba íntegramente en esa lengua, la siguió sin problemas, sin recurrir a los cascos de traducción simultánea. Cruzó un par de guiños cómplices con Nin, sentado dos sillones más allá, cuando se habló de la inversión en China a través del banco de Hong Kong.
Al terminar, eludió cualquier protagonismo. Tras un abrazo escueto y fugaz a Fornesa y Fainé, salió deprisa, acompañado de dos directivos de La Caixa, a los que llevó en su coche para "aprovechar el paseo y seguir hablando tranquilamente de China, Japón y de lo que se tercie". Al mismo tiempo, Fainé, muy atento con todos los accionistas y asistentes, saltaba literalmente del estrado, en vez de bajar por la escalera, para saludar a un viejo conocido.
Rato, hasta ahora presidente del consejo asesor de Criteria Caixa Corp, la cartera industrial de La Caixa, es número dos del banco de inversión estadounidense Lazard y miembro del consejo asesor internacional del Banco Santander. Entra en la comisión ejecutiva de Criteria, por sus "contactos y relaciones en el ámbito exterior", que se quieren aprovechar para la expansión de La Caixa.
