Ni sonrisas ni aplausos en el primer encuentro de Ángel Gabilondo con los diputados del PSM
Había expectación entre los 36 diputados socialistas en la Asamblea de Madrid ante la primera reunión con el candidato a la Comunidad impuesto por Pedro Sánchez. Y, efectivamente, el encuentro no defraudó.
Según le cuentan a este Chivato, la primera sorpresa que se llevaron el pasado jueves por la mañana fue que Ángel Gabilondo se presentó a la cita acompañado de Rafael Simancas, presidente de la gestora del PSM impuesta por Ferraz. “Aquello olía a naftalina”, bromea ahora uno de los presentes.
Por otro lado, no fue una reunión fácil para el candidato socialista. Según relatan varios testigos, los diputados socialistas le explicaron las actuaciones que han llevado a cabo durante la legislatura, dejando muy claras unas “líneas rojas”: la defensa de lo social y nada de pactos con el PP.
“En ese momento, Gabilondo se sintió atacado y se puso a la defensiva. Nos dijo que no iba a pactar con el PP y que la política tenía que hacerse sin estridencias. Nos vino a decir que la legislatura había sido muy bronca por nuestra parte. Nosotros respondimos que ha sido así porque el PP se ha radicalizado en sus políticas antisociales; por eso hemos tenido que salir a la calle o poner denuncias”, explica un testigo.
Fue el primer mal trago para Gabilondo. Pero no el único. Otro diputado criticó las formas en las que se ha llevado todo el proceso hasta su nombramiento como candidato. Fue una sola voz pero significativa. Además, hubo varias peticiones expresas para que Gabilondo y Simancas no discriminen a nadie a la hora de elaborar las listas electorales. “Con bastante crudeza se le dijo a Simancas que no aproveche ahora para meter en las listas a sus amigos”.
Si el encuentro de Ángel Gabilondo con los diputados del PSM no tuvo un buen comienzo y fue tenso por momentos en su desarrollo, el final tampoco defraudó. Terminada la reunión, un diputado empezó a aplaudirle… pero en solitario. “Fue bastante embarazoso porque no le siguió nadie. Dio tres o cuatro palmadas y ante el silencio de los demás, paró”, relatan varios testigos.
El diputado en cuestión era José Manuel Freire, a quién el defenestrado Tomás Gómez había ‘nombrado’ ya consejero de Sanidad si el PSOE ganaba las elecciones de mayo en Madrid.
