Las medallas de Cristina Cifuentes que levantan ampollas
La detención, la semana pasada, del presunto pederasta de Ciudad Lineal, ha sido considerada por el Ministerio del Interior un “éxito policial” que demuestra “los grandes recursos” del Cuerpo Nacional.
No obstante, desde el departamento que dirige Jorge Fernández Díaz se apostó por adoptar un perfil bajo en el tratamiento informativo de esta operación. De hecho, solo ha habido una rueda de prensa, en sede ministerial, para explicar la detención y aportar algunos detalles de la investigación.
Por este motivo, en el Ministerio, y también en la Policía Nacional, ha molestado la “excesiva presencia” de Cristina Cifuentes en los medios de comunicación para hablar sobre el seguimiento al presunto pederasta.
Según le cuentan a El Chivato, en el Gobierno, y en el propio Cuerpo, acusan a la delegada del Gobierno de “querer colgarse la medalla” de la Operación Candy, rompiendo una estrategia de comunicación fijada por Interior.
En el Ministerio ha sorprendido que Cifuentes acudiera a la citada rueda de prensa organizada por Fernández Díaz en la que, en principio, solo iban a estar presentes el propio ministro y miembros de la Jefatura de Policía. La presencia de la delegada del Gobierno, que además atendió a los medios, sorprendió porque ni siquiera el director de la Policía, Ignacio Cosidó, quiso aparecer en un momento tan señalado.
Desde el Gobierno y la propia Policía tampoco entienden las intervenciones de Cifuentes antes y después de la detención del presunto pederasta: “Las horas previas a su detención salió en Espejo Público para anunciar que estaba identificado. Después, se puso a dar detalles de la investigación en laSexta, la Cadena SER...”.
Ese comportamiento ha sido interpretado como un intento de “otorgarse más méritos de los que le corresponden”. Desde Interior recuerdan que “la investigación fue a nivel nacional, por lo que hubo más delegaciones de Gobierno implicadas que no corrieron a hacerse la foto”.
Estas críticas, por cierto, no son las primeras que recibe la madrileña por ‘hablar de más’. Hace dos semanas, las declaraciones de Cifuentes defendiendo la celebración de elecciones primarias en el PP de Madrid provocaron gran malestar en Génova y en Moncloa.
El entorno de Mariano Rajoy dejó caer entonces que la delegada del Gobierno “había cometido un error gravísimo”: el jefe del Ejecutivo “odia las primarias”. Esas declaraciones, explicaron desde Moncloa, suponían “un serio revés” a las aspiraciones políticas de Cifuentes, que parecía haber puesto su mirada en la alcaldía de Madrid.
