La tesorera del PP le ha dado un buen disgusto a Cospedal

María Dolores de Cospedal.
María Dolores de Cospedal.

En enero de 2013, después de que Luis Bárcenas acusara al PP de llevar una contabilidad B y enseñara sus famosos “papeles”, la dirección nacional del partido nombró una nueva tesorera: Carmen Navarro.

Su principal valedora fue María Dolores de Cospedal, que depositó en ella plenos poderes para la gestión económica del partido y para liderar una auditoría interna, en la que podría “interrogar” a cualquier dirigente, y de la que, tres años después, no se ha aportado información alguna. Pese a ello, el trabajo realizado por Navarro estaba gustando a Rajoy y a la cúpula popular.

Sin embargo, según le cuentan a El Chivato, la buena imagen que la tesorera tenía en Génova lleva desvaneciéndose desde principios de año. Primero, cuando fue imputada por falsedad documental en el despido de Bárcenas; y después, y sobre todo, tras conocer su declaración ante el juez por la destrucción del ordenador del ex senador del PP.

Navarro aseguró al principio que en el partido "siempre" se destruían ordenadores utilizados por personas que abandonan la  formación. Después se contradijo a sí misma, asegurando que se había destruido el de Bárcenas por ser un ordenador privado en el que, además, “no había nada guardado”. Una afirmación que dio a entender que sí había sido analizado por miembros del PP.

Así las cosas, en Génova 13 están “bastante decepcionados” con la tesorera. Un sentimiento que no pocos extienden a María Dolores de Cospedal, que fue quien la situó al frente de las cuentas del partido.

A la secretaría general, consciente de esta corriente de opinión, se le ha visto “disgustada” en los últimos días.

 

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