A David Beckham, futbolista del Real Madrid fichado por el Galaxy que, lejos de desentenderse de quienes lo despreciaron, lleva en volandas a su equipo

David Beckham ha tenido muchos motivos para dejarse ir. Despreciado por los directivos del Real Madrid y ninguneado por el cuerpo técnico merengue –los mismos que ahora cantan sus excelencias- fichó por la liga de fútbol de los Estados Unidos. Sin embargo, una vez resuelto su futuro, no se dedicó a pensar en sí mismo: evitar lesiones, regular el esfuerzo, medir las fuerzas. Podía haber sucumbido al divismo, estando como está siempre en el centro de todas las miradas. Podía haberse dejado seducir por el influjo de la buena vida y la fama. Ese camino es el que han seguido muchos antes que él. Sin embargo, David Bechkam siguió trabajando hasta adquirir una forma física excelente que, junto a toda la clase de buen jugador que atesora, le ha convertido en el líder de un Real Madrid que está a punto de conseguir lo impensable después de una temporada estrambótica: el título de Liga. En este itinerario irregular, llama la atención la capacidad que ha demostrado el futbolista inglés para ponerse el mono de trabajo y levantar un equipo en caída libre, derrochando altruismo y grandes dosis de profesionalidad. Guinda para Bechkam, todo un ejemplo.

 

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