Fiscal que pide la absolución de tres mandos militares acusados de malograr un huevo de águila en unas maniobras

El respetable ecologismo llevado al absurdo. El fiscal y la defensa de un caso al menos calificable como de singular, acaban de solicitar la libre absolución para los tres mandos militares acusados por la Asociación para la Defensa del Valle de Lozoya y la Sierra de Madrid de malograr un huevo de águila imperial que anidaba en el campo de tiro de El Palancar, en Hoyos de Manzanares, durante la realización de unas maniobras de la Academia de Ingenieros celebradas entre el 8 y el 11 de abril de 2002, al entender que la cría "murió por otros motivos". Por su parte, la acusación particular ha mantenido su petición de multa de 7.200 euros o de dos años de prisión para los encausados, el coronel José Ignacio A.G. y los capitanes Maximiliano M. y César E.Q., ya que considera que las actividades realizadas a 200 metros del nido afectaron a la pareja de aves, lo que impidió dar calor al pollo para que este pudiera nacer. Además estimó que en este caso existe intencionalidad porque los imputados consideran más importante su actividad como militares que proteger a una cría de águila y salvar su vida, lo que demuestra su "desprecio" hacia la especie animal. El juicio a estos mandos militares comenzó el pasado 25 de mayo en el Juzgado de lo Penal número 19 de Madrid con la declaración de los procesados quienes afirmaron que no sabían que las maniobras pudieran afectar a la incubación del huevo puesto que en ocasiones anteriores esa misma pareja había criado a pesar de la actividad humana desarrollada a su alrededor. El hecho no parece necesitar mucho comentario. Guinda a quien todavía no parece haber perdido los papeles e intenta poner un poco de sensatez.