A Joaquín Leguina, que regresa a la arena política, plenamente restablecido de su infarto y con buen humor

Joaquín Leguina es uno de los personajes más peculiares del panorama político de nuestro país. El ritmo de vida y suponemos que otras razones de índole médico le llevaron a padecer un infarto en noviembre pasado, del que ya parece felizmente recuperado. Leguina, ex presidente de la Comunidad de Madrid, ha vuelto, y para demostrarlo, presidió esta martes una sesión extraordinaria del Congreso en la que el ministro José Bono explicó el asunto de la Fragata Álvaro de Bazán, entre otras cuestiones. En su papel al frente de la mesa, Leguina dio sobradas muestras de tomarse con más calma que antaño el debate. Cumpliendo el reglamento, sin duda, pero mostrando más “cintura” de lo que estamos acostumbrados. No dudó en intentar conciliar en las disputas, y se quitó de en medio cuando tocaba sofocarse, algo prudente en su estado. Con Leguina se puede estar en absoluto desacuerdo, pero nadie puede dudar de su marcada personalidad, y de que, a día de hoy, es uno de los escasos políticos capaz de decir las verdades del barquero sobre muchos temas. Además es una alegría su regreso sano y salvo. Guinda a una feliz recuperación.