A María José Ramudo, periodista de TVE que aguantó estoicamente los insultos y agresiones de los partidarios de Pinochet en la capilla ardiente

La enviada especial de Televisión Española a Chile, María José Ramudo, aguantó durante algo más de dos minutos los envites de un enfervorizado grupo de partidarios del dictador chileno Augusto Pinochet. En la conexión en directo le intentaron quitar el micrófono, arrancar los cables, le arrojaron algunos objetos que impactaron en su cuerpo e insultaron al pueblo español. La periodista no se cansó de decir que había presencia policial pero era como si nada: ningún agente intervino. Supo mantener el tipo, no se cansó de decir que la situación era complicada y cuando ya no pudo más, devolvió la conexión a Madrid. Fue un ejercicio de buen periodismo, de profesionalidad, sin poner una cara rara y dejando en evidencia a los exaltados que impedían su trabajo. Una guinda para María José Ramudo porque, a pesar de ser una de las conexiones más difíciles que habrá tenido, los espectadores han agradecido su comportamiento.