A Augusto Delkáder, consejero delegado de la SER, que censura la “crispación” de Losantos pero se publicita ofendiendo

Hay que saber ganar. Lo saben hasta los colegiales más indómitos. Pura y simple urbanidad y saber estar. Y eso es precisamente lo que no demuestra la Cadena SER que dirige Augusto Delkáder. Son los mismos que llevan meses lanzando ataques, con ocasión o sin ella, por los modos utilizados por la competencia. “No hay derecho”, proclama la emisora de Prisa, “al tono de crispación y frentismo al que recurre Losantos”. Es sólo un ejemplo. Pero los más amantes del buen tono lanzan incluso el discurso de que “se puede criticar, por supuesto, pero sin ofender, salvando a las personas”. Pues bien. La publicidad utilizada por la Cadena SER (ampliamente replicada a toda página en los medios) muestra cuatro angelotes. Uno, en la parte superior de la imagen vuela sonriente mientras porta los laureles del éxito. En una banda, los datos de la SER. En la parte inferior del cuadro, tres putis yacen en tierra. Hay uno que está por encima de los demás y tiene cara de enfado. A su vera, los datos de la COPE. Las caras están retocadas en ordenador. O sea, que la intención es clara: ganar burlándose del competidor. Tiene su gracia… si no entrara dentro de esa categoría del golpe bajo, ruin y mezquino. Si has ganado, no hay ninguna necesidad de intentar la humillación. Salvo que uno se encuentre en su salsa en ese nivel de vileza. Guindilla a quienes primero censuran y después se enfangan.

 

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