A Bibian Norai y a Joaquín Gago, alcalde de Vilagarcía, que rozan el esperpento al conseguir mezclar erotismo, política, lengua y pseudo-cultura
Del 7 al 9 de abril tendrá lugar en el palacio de ferias de Manresa el I Salón del Sexo en Catalán, que pretende según sus organizadores la “normalización lingüística en la industria del sexo en Cataluña”. Para sustentar la necesidad de un evento tan distinguido Bibian Norai, ex actriz porno y a la sazón portavoz del salón, dejó perlas como la siguiente: “un pueblo no está normalizado hasta que no puede disfrutar de su sexualidad en su propio idioma y con productos pensados específicamente para ellos”. Mientras tanto, en Vilagarcía de Arousa, Joaquín Gago, alcalde socialista del municipio, deleitó tocando su guitarra a los asistentes a la inauguración del Salón Erótico del Atlántico, en una interpretación artística que llevó a cabo rodeado por un grupo de rock y stripers. En el primer caso, la mezcla de política y vísceras es hilarante. En el segundo caso, la actuación del alcalde da idea de lo atendidas que deben estar las necesidades de los habitantes de este municipio. La falta de talla intelectual y cultural sigue emponzoñando a este país. Y lo peor es que se asienta en personalidades que quieren ser un ejemplo para la ciudadanía. Guindilla para ellos.
