A Elena Valenciano (PSOE), extrañamente empeñada en que Aznar aclare en calidad de qué viaja por el mundo: ¿Y Felipe González?

Son ‘tics’ más propios de otros tiempos, de otras formas de gobierno a las que la libertad y el legítimo derecho de los ciudadanos a campar a sus anchas les ponen muy nerviosos: no se sienten cómodos. Parece como si el ‘mundo feliz’ que soñaran fuera aquel en el que dominara el pensamiento único, la no discrepancia. Algo así parece anhelar la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, que este fin de semana ha pedido al ex presidente del Gobierno José María Aznar que clarifique “en calidad de qué viaja por el mundo”. Para Valenciano, “Aznar representa en este momento una inquietante simbiosis porque reúne tres perfiles distintos”: el de ex presidente del Gobierno, el de “un reconocido ‘lobbysta’ y hombre de negocios” y el de “ideólogo de la derecha como presidente de FAES”. ¿Y cuál es el problema, señora Valenciano? En estas mismas páginas se han criticado algunas declaraciones de Aznar, que han llegado a perjudicar al propio Partido Popular por esa extraña ‘esquizofrenia’ de querer abandonar la primera línea política pero no irse del todo. Sin embargo, Elena Valenciano alude a algo bien distinto: no critica sus palabras sino el mismo hecho de que las pueda pronunciar. Pero Aznar es libre de equivocarse, de moverse por el mundo y de ser ideólogo de lo que le parezca conveniente: está en su derecho. ¿O es que el PSOE enjauló y amordazó a Felipe González cuando abandonó La Moncloa? Lo dicho: guindilla a la secretaria de Política Internacional del PSOE que debería hacerse mirar ese peligroso ‘tic’ estalinista. No vaya a ser…