A Javier Balza, consejero vasco de Interior que ahora se cae del guindo: no prohibe actos de Batasuna pero se sorprende del rearme de ETA
Cuando el magistrado de la Audiencia Nacional Grande Marlasca ordenó prohibir el acto de Batasuna en el BEC de Baracaldo, él se resistió a prohibir el acto paralelo que se organizó en el exterior del recinto. Probablemente consideró una falta de sensibilidad democrática del Estado español la injerencia de la Audiencia Nacional. Y esa actitud se puede ver, día a día, en la intensa vida política de Otegi y sus muchachos que, pese a formar parte de un partido ilegal, convocan más actos y ruedas de prensa que nadie sin que actué la justicia contra ellos. Este miércoles Balza informaba con gesto de preocupación de los últimos movimientos de ETA. Según declaró, la banda terrorista se ha rearmado y dispone de nuevos comandos operativos y líneas de actuación en el territorio español. Ahora, se entera Balza de que a los violentos no se les puede dar cuartelillo, ni invitarles a juegos democráticos mientras amartillan discretamente sus pistolas. Guindilla a esta singular esquizofrenia.
