A José Salgueiro, presidente de Renfe, que enfada a buena parte de los 17.000 afectados por el corte de ayer ante la falta de información
Renfe ha cifrado en 17.000 personas el número de viajeros afectados por la interrupción del servicio de tren de alta velocidad (AVE) que une Madrid con Toledo y Sevilla, como consecuencia de la caída de una viga y la grúa que la sostenía sobre la catenaria a la altura de Gavilanes en la Comunidad de Madrid. En total ha sido afectado el servicio de 120 trenes, algunos de larga y media distancia, que usan la vía. Desde primeras horas del miércoles, numerosos usuarios se agolpaban en las oficinas del AVE en las estaciones de Madrid, Puerta de Atocha, y Sevilla, Santa Justa. Era suficiente escuchar algunos boletines informativos radiofónicos para comprobar la desastrosa política informativa de la compañía estatal durante las primeras horas del inesperado suceso. Se han ofrecido servicios alternativos de autobuses y la plena disponibilidad a la devolución del billete. Sin embargo, los afectados lamentaban que no se les estuviera informando con diligencia y eficacia. Guindilla a la compañía ferroviaria que, si quiere estar entre las primeras de Europa, debe ofrecer un mejor servicio, también en situaciones de crisis.
