A Josep Huguet, consejero de la Generalitat que ya advirtió de una “guerra civil” si fallaba el Estatut, y que se marchó de vacaciones durante el apagón de Barcelona

Media ciudad de Barcelona a oscuras y el consejero de Innovación, Universidades y Empresa de la Generalitat de Cataluña, Josep Huguet, de vacaciones. Este hecho, que ha sido denunciado por el Partido Popular catalán, pone una vez más de manifiesto la falta de preparación de nuestra clase política. Especialmente en Cataluña, donde Carod-Rovira y Pascual Maragall han sentado cátedra y es muy difícil superar sus ocurrencias. No obstante, algunos intentan, al menos, igualarles. Es el caso de Huguet, que no asistió el pasado martes a la reunión de urgencia del Gobierno catalán tras “adelantar sus vacaciones de verano”, como reconoció. Para gobernar hacen falta algunas virtudes. Y una de las principales es anteponer el interés de los ciudadanos al suyo propio. Ya dio muestras de poca prudencia y sensatez hace unos meses, cuando escupió aquello de que si fallaba el Estatut, llegaría una guerra civil a Cataluña. O sea que si no gana mi opción política, me echo al monte. Guindilla a Josep Huguet, que parece falto de algunos valores básicos que deben acompañar siempre a cualquier gobernante.