A los tenderos de Mallorca responsables de colocar en su comercio un cartel de contenido xenófobo: “Se prohíbe la entrada sin previo aviso a perros y rumanos”

Parece algo más propio de un país en vías de desarrollo, donde la educación todavía no ha llegado a todos los estratos sociales. Sin embargo, ha sucedido en la localidad mallorquina de Alcudia. Allí, la policía local retiró el pasado fin de semana un cartel de claro contenido xenófobo de la puerta de una tienda de informática de la cadena Beep. Con los colores de la bandera de Rumanía de fondo, se podía leer: “Se prohíbe la entrada sin previo aviso a perros y rumanos, de lo contrario saldrán hechando ostias”, con falta de ortografía incluida. Increíble pero cierto. Han hecho bien los agentes de seguridad en responder a ese insulto. Pero es preciso realizar una reflexión más global, sobre cuáles son las causas que han podido provocar esto. Los inmigrantes que caigan en la delincuencia deben ser tratados con toda la dureza que permite la ley pero sin caer por ello en reduccionismos empobrecedores: ¿o es que el gen de los rumanos lleva implícito el delito? Intolerable. Guindilla a los comerciantes.

 

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