A Joan Mesquida, director de la Guardia Civil, que se pliega al discurso del Ejecutivo antes las nuevas cartas de extorsión de ETA
El director general de la Guardia Civil Joan Mesquida ha llevado a su cargo las virtudes de su personalidad, algo de lo que se hizo eco este medio recientemente . Entonces destacábamos su capacidad de actuar por iniciativa propia, al margen de presiones. Es por esto que llama la atención que haya afirmado, con el mismo sentir que el presidente José Luís Rodríguez Zapatero, que las nuevas cartas de extorsión enviadas por ETA a empresarios de Navarra, son menos importantes que las anteriores porque están escritas "en términos diferentes". ¿Cómo puede todo un director general de la Benemérita estar tan mal aconsejado? ¿Acaso es diferente ahora el miedo que se instala en una familia cuando es señalada por una banda terrorista con mil asesinatos en su haber? Lo que se ha de mirar de una carta de extorsión enviada por una caterva de asesinos no es el tono sino el remite. Y precisamente el responsable de un cuerpo tan castigado por la barbarie etarra debería ser el primero en saberlo. Guindilla a una declaración irresponsable.
