A Nicolas Sarkozy, al que le “Arde París” por los cuatro costados en un claro mensaje a España sobre inmigración
Cada vez son más las voces que señalan a Sarkozy y a su intolerante “mano de hierro” como el principal responsable de esta escalada de violencia sin precedentes.
El alcalde de Le Raincy (en las afueras de París) ha anunciado este lunes el establecimiento del toque de queda en esa localidad a partir de las diez de la noche, mientras se sigue pidiendo la intervención de los militares ante la escalada de violencia en barrios de varias ciudades francesas. La ola de violencia ya se ha cobrado la primera víctima mortal, 34 policías han resultado heridos y hay 400 detenidos. “No quiero que haya dramas. Ya ha habido bastantes”, ha declarado el ministro de Interior francés, Nicolas Sarkozy, quien recibió a la viuda de este hombre "cobardemente asesinado" y primera víctima mortal de la peor ola de disturbios en casi cuatro décadas. Lo que sucede es que cada vez son más las voces que señalan a Sarkozy y a su intolerante “mano de hierro” como el principal responsable de esta escalada de violencia sin precedentes. Guindilla al político galo que no ha hecho bien sus deberes, un aviso en toda regla para navegantes del Gobierno Zapatero: es preciso gestionar la inmigración en clave integradora, con medidas eficaces.
