A Rafael Pérez-Santamaría, director del Hospital de La Paz, que se niega a incluir a un niño discapacitado en una lista de espera para un trasplante
El Hospital de La Paz, en Madrid, se ha negado a incluir a Fabio Alonso, un niño discapacitado de 8 años, en la lista de espera para recibir un trasplante de riñón. El Tribunal Superior de Justicia de Extremadura ordenó en agosto de 2007 que la Comunidad de Madrid, La Paz u otro hospital, volviera a valorar al niño, ya que consideraba que al negarle el trasplante se había “vulnerado el derecho a la igualdad que ampara el artículo 14 de la Constitución”. Ahora, los mismos facultativos que contraindicaron la operación la primera vez han vuelto a negar dicha inscripción en las lista de espera. Dicen que “su situación de inmovilidad” y la “severidad de su retraso” implica un incremento del riesgo de mortalidad posterior al transplante y enumeran otras posibles complicaciones. Además, aseguran que la enfermedad renal del niño tiene más de un 50% de posibilidades de volverse a reproducir en un nuevo riñón sano. Sin embargo, según los padres del pequeño, “los riesgos que enumeran los médicos son los inherentes a cualquier trasplante”. Guindilla a Rafael Pérez-Santamaría, director gerente de La Paz, y a los médicos que han tomado esta decisión que es, cuando menos, polémica.
