A doce abuelas que han decidido posar desnudas y recaudar dinero contra el cáncer: todo tiene un límite

Los principales temas de debate en España son en estos momentos el hipotético escenario de paz con ETA y la negociación del Estatuto de Cataluña. Sin embargo, no nos resistimos a comentar el caso de las doce señoras, de entre 53 y 82 años, que han posado desnudas para un calendario de 2006 que saldrá a la venta el mes próximo, con el fin de recaudar fondos para un hospital público que trata niños con cáncer. La iniciativa se ha promovido en Brasil y partió de la abogada Gilda Bezerra de Melo Ribeiro, de 60 años, casada hace 37, con dos hijos y una nieta, quien trabaja como voluntaria del Instituto de Oncología Pediátrica de Sao Paulo, y fue apoyada por otras mujeres mayores que participan en la misma obra de beneficencia. De las veintiséis voluntarias que aceptaron participar en el calendario, catorce desistieron por la oposición del esposo o los hijos, y de las doce que finalmente se dejaron fotografiar, una no autorizó la publicación porque le faltan dos años para jubilarse como empleada pública y temía alguna sanción de sus superiores. Por esa razón, en el mes de diciembre sólo aparecerá estampada una flor. Es preciso apoyar la lucha contra el cáncer pero iniciativas como la descrita más que ayudar, entorpecen. Con actitudes descaradas y groseras se consigue llamar la atención de la opinión pública pero al precio de caer en la chabacanería y la vulgaridad. Guindilla a la torpe decisión.