A los energúmenos que atacaron la pasada madrugada la sede central del Partido Socialista de Madrid

Si uno necesita hacer uso de la violencia para defender sus ideas, tal vez no sean ideas dignas de ser defendidas. En la madrugada de ayer unos desconocidos arrojaron cócteles molotov contra la sede central del Partido Socialista de Madrid, en el distrito de San Blas. Los asaltantes fallaron en su intento de incendiar la sede porque el blindaje de los cristales del edificio repelió las botellas incendiarias lanzadas. Finalmente la sede no ha sufrido daños de importancia. Los partidos políticos madrileños se unieron ayer para condenar el ataque infringido contra la sede del PSM, y dejaron sus esperanzas en que la Policía capture a los culpables. La violencia como arma política es un absurdo del que algunos no son capaces de escapar, un argumento que se suelen apropiar los que carecen de inteligencia o de palabra. Estos hechos así lo demuestran. Guindilla a los vándalos.

 

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