A la esquizofrenia de Carod-Rovira, que pide libertad para los que queman fotos del Rey pero exige medidas contra los ultras que hicieron arder banderas catalanas

Parece que Esquerra Republicana de Cataluña y su líder, Josep Lluis Carod-Rovira, aplica una doble vara de medir los acontecimientos en función de su propio beneficio. Otra explicación no hay. Si le favorece al partido, lo apoyamos; si, en cambio, nos perjudica, nos callamos. La coherencia, la guardamos discretamente, quizá hasta pasadas las elecciones generales. Algo así ha sucedido ahora. A principio del pasado verano, unos Ultra Sur (hinchas radicales y violentos que perviven alrededor del Real Madrid) quemaron en la localidad de Reus unas banderas catalanas. Allí estaba ERC para pedir que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado actuaran en contra de los vándalos por esa quema. Ahora, cuando arrecia el temporal contra sus militantes por ejercer de pirómanos con fotografías de los Reyes de España exigen que la ley no actúe contra ellos y que se despenalice el “ultraje” a la bandera constitucional de todos los españoles. Guindilla a Carod Rovira y a su partido, que deberían hacerse mirar esa esquizofrenia galopante.