Esta sociedad que alimenta casos como el de Johnnie Carl, director de orquesta que se quita la vida

El trágico caso de Johnnie Carl es uno entre muchos pero digno, al menos, de un par de minutos de reflexión. Carl era director de orquesta y se suicidó de un disparo poco antes de la celebración de un importante acto navideño en una iglesia del sur del estado norteamericano de California.

El trágico caso de Johnnie Carl es uno entre muchos pero digno, al menos, de un par de minutos de reflexión. Carl era director de orquesta y se suicidó de un disparo poco antes de la celebración de un importante acto navideño en una iglesia del sur del estado norteamericano de California. Johnnie Carl, tenía 57 años y desde hace veintinueve, dirigía la orquesta de la catedral Crystal, en Garden Grove, cerca de Los Angeles. Había hecho los arreglos musicales del espectáculo anual "Glory of Christmas" (la gloria de la Navidad). En la noche del pasado jueves Carl realizó cuatro disparos, sólo dos horas antes del comienzo previsto del acto navideño, al que habitualmente asisten 2.000 personas. Siete horas después, tras atrincherarse en un cuarto de baño, se suicidó. La policía señaló que el músico no parecía tener en su mira a otras personas, y que nadie resultó herido en la catedral, desde donde se transmiten ceremonias religiosas a todo el país. Esa misma fuente agregó que, por el momento, no se conoce el móvil de los disparos, pero apuntó que en los últimos años Carl había padecido depresión. La Navidad se tiñe en ocasiones de noticias como éstas, marcadas por sucesos que denuncian esas plagas modernas llamadas soledad, indiferencia, desamparo. Guindilla a esta sociedad que alimenta casos como el de Carl.

 

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