Agresiones contra la libertad de expresión
Una embajada de un país es territorio soberano del mismo y atentar contra esta, es una agresión hacia ese país representado en la misma. Tolerar estas agresiones a las embajadas extranjeras en cualquier territorio de cualquier país, es simplemente inaguantable e inadmisible. Las protestas en los países musulmanes por las recientes publicaciones en los diarios europeos de su profeta Mahoma, no tienen justificación alguna. Son unas salvajadas que no se deben permitir bajo ningún concepto. Los islámicos radicales, están jugando con fuego y pretenden acongojar a Occidente con sus atentados y amenazas. No hay que permitirles que quieran imponernos sus leyes a todos los que pensamos de distinta forma y tenemos otras creencias. Sus fanatismos oxidados, no pueden acobardarnos y hacernos ceder ante sus impresentables manifestaciones que sólo buscan la confrontación a cualquier precio contra Occidente. Esta civilización atrasada, nunca podrá imponer por la fuerza sus ideas de corte dictatorial. Atentar y asesinar por no compartir su religión es simplemente de animales sedientos de sangre y muerte. Hay que defender la libertad de expresión aunque a estos islamistas radicales no les guste porque en la sociedad Occidental, este es un valor primordial en la democracia. Acceder a los chantajes del Islam, es bajar la guardia y cuando se baja la guardia, corremos el peligro de recibir los golpes que nos llevarán hasta besar la lona. Si no entienden que la libertad de expresión es un valor inamovible para la democracia, esto es su problema y no el nuestro.
