Defiendo al juez Garzón
El que se trasladen al olvido y sin justicia sendas crueldades e ignominias es tema trascendental de común conversación en un pleno amistoso en medio del bar, en el seno del hogar, en cualquier parte. Pero estos sucesos además de haber sido en su tiempo y lugar mas que una ruda y descarnada verdad para los familiares de los torturados y los muertos, es historia escrita, por suerte. Ahora los envalentonados asociados de ciertos grupos en la España que renace quieren convertir los hechos en prehistoria decadente.
¿No será que los detractores del juez Baltazar Garzón terminarían por lo menos untados moralmente y prefieren no permitir ni en lo mas mínimo que ciertas verdades se corroboren? A veces lamento las obligaciones de nuestra Democracia tan abierta.
