Honradez judicial

Junto a las muestras de indecencia a las que asistimos por parte de políticos que solo piensan en su conveniencia personal, satisface contemplar la decencia ejemplar de una ciudadana normal. Ha sido consecuente con una lógica elemental: no se puede colaborar con lo que es injusto e ilegítimo. La secretaria del Juzgado de Colmenar Viejo, Isabel López García-Nieto, lo ha tenido muy claro: lo primero es ser consecuente con las propias convicciones. Se ha limitado a reclamar su derecho fundamental a la objeción de conciencia, protegido por nuestra propia Constitución y por las leyes internacionales del más alto rango. No ha necesitado desojar la margarita durante meses, como el PP. Ni se ha hecho cálculos oportunistas, como Esperanza Aguirre. Le ha bastado ser una persona decente, como la jueza de Denia, el juez de Telde y la jueza de Burgos. Eso sí, honradez a toda prueba. Como la que era ejemplo para los jóvenes, cuando a los jóvenes se les educaba.