Obviar otras realidades
Hoy me avergüenzo de ser europeo y me avergüenzo de ser español. Cuando aún están calientes los cadáveres de cientos de niños, asesinados por la espalda en base a no sé qué locura, nuestros líderes se dedican a pedir explicaciones a las víctimas sobre los métodos usados para intentar su liberación.
Mientras tanto, nuestras televisiones dedican horas a las presuntas causas del "conflicto" y minutos a condenar todo este horror. Es sólo miedo y miseria moral. Pensamos que justificando a los asesinos nos libraremos de su odio. Que si nos arrastramos e insultamos al amo americano, conseguiremos que nos dejen en paz y además soltarán a los dos periodistas franceses (esas víctimas de primera, mucho más importantes que cientos de niños rusos o que cualquier sucio nepalí). Que si negamos que existe una guerra contra nuestra forma de vida, ésta dejará de existir.
Es infame, es miserable y, además, es un suicidio.