Ombligos al aire
Con el buen tiempo nuestras calles se llenan de quinceañeras con el ombligo al aire. Es posible que para muchas no pase de una simple moda. Sería lamentable que lo que pretendan sea gustar a los hombres despertando en ellos la atracción sexual. No creo que esta actitud favorezca mucho el logro de la deseada igualdad entre el hombre y la mujer.
Será difícil terminar con toda forma de discriminación de la mujer mientras a las adolescentes les preocupe destacar más por su cuerpo que por su personalidad. Y por supuesto que en esa personalidad, además de inteligencia, educación y virtudes, incluyo también la belleza y la elegancia, con las cuales no tiene ninguna relación la visión de ese residuo del cordón umbilical.
Es posible que con leyes se consiga la paridad y que los hombres trabajen en el hogar, y que el establecimiento de cuotas favorezcan la igualdad de oportunidades laborales y de acceso a la vida pública, pero continuará existiendo una de las peores formas de discriminación: el que se nos vea más como objetos de deseo que como personas.
