El PP de Rajoy: blandengue y derrotista

El otro día, un buen amigo mío me adelantaba su experiencia de censura en el canal "Tu opinión cuenta" de la Web del PP. Bien, pues acabo de hacer la prueba con un texto similar (abajo reproducido) y, ¡sorpresa!, al intentar enviarlo sale el siguiente mensaje: "Su mensaje no será enviado por contener expresiones inadecuadas. Le rogamos las suprima y vuelva a intentarlo. Gracias". Como me decía otro amigo, puede que la palabra "inadecuada" sea "blandengue"... pero, sinceramente, yo creo que es "ESPAÑA".   Desde aquí, animo a todo el que quiera a hacer la prueba por sí mismo y sienta "el peso de la democracia". Además, para mayor escarnio de mis oídos, he escuchado como el Sr. Rajoy se colgaba medallas en el programa "La mañana" de la COPE, donde dijo, al hilo de las manifestaciones celebradas (de las más multitudinarias: AVT, Foro Español de la Familia, Plataforma contra la LOE): "mi partido es el que moviliza y llena todas las manifestaciones". ¡Esta claro!, este Sr. sufre "el síndrome de Génova" (de el "je no va" a ningún sitio), o fuma algo más que puros. ¿Se puede siquiera correr el riesgo de albergar alguna esperanza en un partido así?, ¡es una utopía!.   "Muy señores míos: La paciencia tiene un límite. Después de ver la intervención del señor Rajoy en el Debate sobre el Estado de la Nación llego a la conclusión ya comprobada tantas veces: el PP es un partido acomplejado, sin ideas, que no cree en aquello en lo que se supone que debería defender y por eso no lo defiende.   En el tema de la negociación con ETA, les preocupan más los votos que pueda hacerles perder la tregua que la dignidad de las víctimas y de los que sin ser víctimas no estamos dispuestos a arrodillarnos ante una banda de asesinos.   El tema de las detenciones ilegales, tema gravísimo pues es propio de la peor de las dictaduras, ni lo mencionan, y acabará, como tantas otras cosas, en el baúl de los recuerdos.   En fin, sobre todos los temas importantes se pasa de puntillas y de forma timorata, demostrando un acomplejamiento y un miedo impropios de un partido que tiene detrás a diez millones de españoles. ¿Y dice usted, señor Rajoy, que va a ganar las próximas elecciones? Pues si siguen por esa línea blandengue y derrotista, con mi apoyo no cuenten. Haré campaña para la abstención o votaré a un partido que defienda con más valentía y dignidad los intereses de España.