Problemas adoptivos
Aparte de que nadie tiene el derecho de adoptar, - son los niños los que tienen el derecho de ser adoptados-, y de que según sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de 26/II/ 2002, no supone discriminación alguna el no permitir a los homosexuales el adoptar, el reconocerles tal derecho entraña riesgos importantes para los menores.
Estudios realizados en Suecia demuestran que las parejas gays tienen un 35% más de probabilidades de divorciarse que los matrimonios; y las de lesbianas 3 veces más. Conociendo el trauma que el divorcio supone para los hijos, ¿se puede permitir la adopción con tan alto riesgo de ruptura de los padres? ¿Cómo se solucionará además el problema de la custodia?
Es bien sabido que la mayor parte de las agresiones sexuales a menores se producen en el ámbito familiar y que la tendencia a la pederastia es muy elevada entre los homosexuales masculinos. ¿Cómo proteger a los niños adoptados de este peligro, máxime no existiendo el freno que supone la consanguinidad?
Claramente, en la ley recién aprobada se han tenido más en cuenta las pretensiones de los mayores que los derechos de los niños. Y no siempre una ley está justificada porque haya demanda social de la misma. ¿O es que se aprobará la poligamia si la solicita el colectivo musulmán, cada vez más numeroso, si están de acuerdo ellos y ellas?
