SOS desde el País Vasco

Ya no lanzan los S. O. S: sencillamente porque los presos terroristas se sienten ganadores en la mesa de negociación con el Gobierno español, al que pueden amenazar, chantajear y exigir un proceso negociador, planificado en cuanto a los tiempos, espacios y contenidos por la cúpula de ETA.

Durante años, los que hemos vivido en el País Vasco hemos podido leer pintadas como ésta: "S, O, S, desde Herrera de la Mancha. Peligro de exterminio de presos vascos a 600 kilómetros de sus familias". Unas frases que, como ésta y parecidas, llenaban las calles de ciudades, villas y pueblos del País Vasco. Pero, desde que el presidente Rodríguez Zapatero iniciara el siempre mal llamado "proceso de paz", ya no se ven semejantes o parecidas frases de socorro a favor de los presos etarras. Ya no lanzan los S. O. S. Todos hemos sido espectadores atónitos y verdaderamente escandalizados al ver al Sr.

De Juana Chaos, uno de los asesinos que más daño ha hecho en la sociedad española, paseando por los alrededores de una clínica donostiarra con su novia. ¡Qué justicia la española! De vergüenza. El Sr. De Juana no ha estado ni un año por cada asesinato cometido. ¡Qué poco vale la vida humana en España! Con esta "justicia", encuentran una gran tentación los familiares de las víctimas para tomarse la justicia por su mano. Si no lo han tomado -o no lo toman- es porque no son unos asesinos como los terroristas, sino personas decentes.

Ya no lanzan los S. O. S: sencillamente porque los presos terroristas se sienten ganadores en la mesa de negociación con el Gobierno español, al que pueden amenazar, chantajear y exigir un proceso negociador, planificado en cuanto a los tiempos, espacios y contenidos por la cúpula de ETA. Escandaliza lo que dijo, en su día, el Sr. Otegui al Juez: "¿Ya sabe el fiscal General de mi detención?" Escandaliza la conducta de los terroristas de ETA en la Audiencia Nacional. Conducta de chulería, de superioridad, como si fuesen unos héroes nacionales vascos, de burla hacía los familiares de las víctimas. Ya no hacen falta, y por esta razón no aparecen, las frases de S. O. S. por parte de los presos terroristas. La situación ha cambiado totalmente.

Hoy en día el S. O. S. no viene de fuera del País Vasco, de las cárceles españolas como subrayaban. Viene desde el mismo País Vasco en el que la sociedad, por obra y gracia de los terroristas y sus cómplices activos y pasivos, está rota, dividida. Una parte de la sociedad que goza de todas las libertades y que ocupa todos los puestos de poder, y que además es víctima del virus nacionalista por el que, día a día, es más insensible, es más alcornoque al clamor de la otra parte de la sociedad, la no nacionalista, que carece de los más elementales derechos humanos. Hasta tal punto es así que, una mínima reivindicación de esta parte marginada de la sociedad es considerada -por los nacionalistas- como un insulto y provocación.

¿Qué clase de Democracia es ésta? En estos últimos tiempos el terrorismo etarra desempeña un protagonismo que nunca había disfrutado en España. ¿Qué ha pasado en España para que terroristas, convictos y confesos, sean tratados como personas honorables y respetables por las altas instancias del Gobierno, con la complicidad de muchos voceros mediáticos? ¿Qué ha pasado en España para que las víctimas del terrorismo de ETA sean increpadas en la calle y acusadas como enemigas de la paz, por negarse a negociar con ETA? ¡Las víctimas convertidas en verdugos! ¡Qué perversión! Una perversión dirigida desde el poder, con el visto bueno de ETA, y orquestada por los medios al servicio de este poder. Una sociedad que es testigo de tal perversión, y no reacciona, es una sociedad muy enferma, anestesiada por los medios de comunicación; lo que no augura nada bueno.

Sobre el terrorismo, ¡qué ideas más claras tenía el magistrado Sr. Garzón hace cuatro años! En el discurso de recepción del Premio Foro de Ermua, que le fue concedido entonces por su lucha contra los terroristas y en favor de las víctimas, el Sr. Garzón fue muy claro afirmando que: . "En la lucha contra el terrorismo sólo hay dos opciones; o estas con los terroristas, o estas contra los terroristas. No hay una tercera opción". ¡Qué valiente!, ¡qué mensaje más gratificante para las víctimas, y para tantas otras gentes, como son las fuerzas del orden, los movimientos cívicos y todos quienes escogimos la opción de luchar contra los terroristas! Entonces, éramos la mayoría. Sin embargo, en la actualidad, los terroristas, de verse perdedores, y con pocos apoyos, se han convertido en ganadores, con la complicidad del Gobierno, de algunos jueces, de parte de la cúpula de las fuerzas del orden -claramente los que ocultaron varias hojas del dossier preparado para ilegalizar ANV-, y con la complicidad de los medios que trabajan al servicio del Gobierno. ¡Qué escándalo!

En este triste escenario, el S. O. S. proviene actualmente de unas víctimas totalmente desmoralizadas por el abandono sufrido desde el Gobierno y de los jueces.El S. O. S. proviene también de quienes nos sublevamos ante la mentira, ante el chantaje de los terroristas al Estado, ante la visibilidad mediática de Batasuna-ETA, y ante la legalización de ANV-ETA; verdadero sinécdoque de ETA. De todos nosotros: que estamos contra los terroristas; a quienes el Gobierno nos pide que no hablemos, que no escribamos, que no luchemos, que no seamos. Y que, no obstante, nos señalan como anti-vascos, como de la extrema-derecha, como guerra-civilistas. Nuestro S. O. S. se dirige a toda persona de buena voluntad -sea de España o del resto de la Unión Europea- que pueda influir en nuestra nación. Nuestros temores sobre el regreso de los terroristas a las instituciones municipales se han confirmados a lo largo de estos últimos días por los titulares de los diarios más importantes de España.

De la mano del Gobierno tenemos ya a los terroristas en la puerta de las instituciones municipales. Y serán más fuertes que nunca, pues con nuestro dinero, con nuestros impuestos, harán política, chantajearán, extorsionarán, comprarán armas y -¡ojalá no sea así!- matarán. Ante este escándalo, la Ética cristiana -e incluso el Código Penal- exigen contrarrestar el apoyo y la complicidad social al terrorismo: nos prohíben permanecer neutrales, al margen; nos prohíbe cruzarnos de brazos. Seríamos cómplices. Una posición neutral ayuda siempre al opresor, nunca a la víctima. El silencio estimula al verdugo, nunca al que sufre. Lanzando este S. O. S., a favor de tanta gente del País Vasco, podemos dormir bien y con dignidad; cosa que no les puedo desear a todos los que apoyan a los terroristas.

 

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