Hay cosas con las que no se juega
Llegados a esta altura de la película deben aparecer en escena las personas de talla política. El Sr. Ibarreche ha puesto sobre la mesa un plan que es innegociable, pero este hecho quizá nos haga plantearnos a algunos españoles ciertas cuestiones. El estado español puede desde luego aplicar la ley, ignorar los planteamientos del iluminado e incluso aplicar el art. 155 de CE. Todo ello parece lógico y sin lugar a dudas legal, pero también puede ir más allá y plantear una reforma de la CE en la cual se conceda el derecho de autodeterminación a quienes lo soliciten y siempre y cuando su pueblo haya apostado por esta vía. Soy consciente de lo que ello supone y de que nuestro panorama territorial podría variar sustancialmente, o quizá no. Lo que en absoluto es admisible es que desde el Paíss Vasco y Cataluña se ningunee al estado y se le someta a constantes amenazas, y además desde el Estado central se les premie económicamente sus repetidas zancadillas. Nadie olvide que es Cataluña la CCAA que más dinero recibe anualmente de los presupuestos. Quien quiera seguir en el barco que reme y quien no que se suba a otro o vaya a nado. Mucho me temo que este ultimo sea su destino si optan por su independencia, pero ese es su problema y no sé la cara que la UE pondría. Estas son las dos alternativas que hoy por hoy se ofrecen porque España sólo puede caminar unida y las comunidades autónomas deben ser en el momento que se complete el sistema de transferencias competenciales iguales en cuanto a sus derechos y obligaciones.
