La descomposición del PP
Acabo de encontrarme en la calle con un amigo, excelente persona, y a pesar de ello, del PP, que me ha presentado a una tercera persona con la que hemos mantenido un breve comentario sobre la actualidad política de nuestra Patria.
No me comprende mi amigo… no en vano es del PP, y como consecuencia de ello, ha expuesto a su amigo mi condición a este respecto, preguntándome por qué combato al PP.
Mi respuesta no se ha hecho esperar, porque es como el aire que respiro Yo combato en primer lugar al PP porque lo reconozco como el enemigo más débil que tiene España. Ese el emotivo de mi posición.
Curiosamente esta afirmación ha incomodado a mi amigo, que, no me cabe duda, se siente profundamente español, y a mí me ha confirmado que la estupidez está demasiado generalizada, porque ni mi amigo ni la muchedumbre de personas que por activa o por pasiva apoyan al PP, quieren darse cuenta de una realidad que está a las claras, y que no es otra que el PP es un elemento, ciertamente prescindible, pero elemento de primer orden, al servicio incondicional del sistema opresor y enemigo de España.
Y que es el enemigo más débil que tiene España también resulta evidente de la descomposición que está sufriendo actualmente, cuando quién tiene algo de dignidad y vergüenza torera, lo está abandonando de manera manifiesta.
No conviene esta descomposición a los enemigos mayores de España, pero sí le conviene a España, y sólo me queda pedir a las personas honestas que apoyan al PP, como a las personas honestas que apoyan a cualquiera de los otros partidos que se están cebando en el cuerpo de España, que tomen conciencia, que se aparten del sistema, y que combatan al sistema.
Si lo hacen, España se lo agradecerá, y si no lo hacen, se lo demandará.
