Por la financiación de la Iglesia
Todos, pero especialmente los católicos, tenemos el deber de ayudar a la Iglesia en lo que necesite, puesto que esta institución necesita sustento para sus tareas evangelizadoras, sus obras apostólicas y de caridad, y sus instituciones, que sirven a la sociedad.
Sin duda, la Iglesia necesita el apoyo de sus fieles para construir casas parroquiales, reparar templos, para dar un sustento digno a los sacerdotes, para mantener las múltiples obras de beneficencia y para tantas y tantas cosas, de las que no debemos inhibirnos.