Las fotos de Rodríguez Ibarra

Hay cargos que llevan implícito un tratamiento que al ser asumido por una persona le presta a ésta el título correspondiente de forma transitoria. Hay personas que por su propia trayectoria merecen el tratamiento adecuado a su labor independientemente del cargo. A tenor de lo que han opinado durante años la mayoría de sus comunitarios, parece ser éste el caso del Sr. Rodríguez Ibarra.

He observado en los últimos tres años su indefinición -sí, pero no- en asuntos tan serios como los exacerbados nacionalismos y el terrorismo y, últimamente, el Sr. De Juana. La última guinda en su recorrido peregrinante, y no me refiero a las múltiples peregrinaciones a Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de su tierra, sino a su obligado seguimiento a las peregrinas ideas de su cabeza de fila, es sin duda la triste página de los libros pornográficos y blasfemos apoyados por su Consejero de Cultura. Al parecer no está Vd. de acuerdo, y por eso ha pedido perdón.

Da la impresión que al igual que en otras cuestiones espinosas de los últimos 3 años su decisión final no coincide con su opinión; es la impuesta desde Madrid, y por ello no ha cesado al responsable. No se escude en que el PP ha movido esto por intereses electorales, que ya le vale a Don Paco Vázquez.

Si desea conservar a título personal el tratamiento que tantos años le ha costado conseguir, le sugiero dimita usted mismo. Eso no se lo podrán impedir. Más vale honra sin barcos que barcos sin honra.