El secesionismo y ETA
Señor director: Los secesionistas y compañeros de viaje han impuesto algunas falsedades que afectan al concepto de España. Ser español es lo que se consideraban los exiliados del franquismo, de derechas e izquierdas, desde un Sánchez Albornoz, último presidente del Gobierno de la República en el exilio, a los comunistas y socialistas. Ahora tenemos una Constitución que garantiza la unidad de España y reconoce esa integración en esa diversidad de sus paisajes y sus tierras y culturas. En tiempos de multiculturalidad e integración, el que surjan los separatismos excluyentes en Cataluña y en el País Vasco es una vuelta al franquismo excluyente. Por eso la Constitución y sus valores de libertades de pensamiento y del respeto al otro están tan despreciados y perseguidos. Hasta en algunas autonomías se falsea la historia y se inculca odio a lo español. Por eso el Plan Ibarretche y las pretensiones de Carod-Rovira van contra la Constitución. Ambos personajes tienen pactos suscritos con ETA. Seamos firmes ante estas presiones de estos independentistas y exijámosle a Ibarretche y a Carod que rompan sus pactos con ETA. Que mientras exista ETA no se planteen debates sobre sus secesionismos. Aquí los franquistas se hicieron moderados y demócratas, también los socialistas y los comunistas. Los únicos que siguen sin ceder nada son los extremistas del nacionalismo, que van de listos, a ver cómo pueden dinamitar la convivencia, la prosperidad de España. Una forma de atacar esa convivencia libre son los atentados de ETA en las zonas turísticas españolas, que generan tanta riqueza y empleo a millones de trabajadores. ¿Y a pesar de esto los Ibarretche, los Madrazo, los Atucha, los Carod-Rovira hacen pactos con ETA o buscan sus paraguas "protectores"?
